En una entrevistas concedida a Servimedia, Esteban insistió en que, “llegados a este punto”, la cuestión es si “queremos resolver el problema o no queremos resolver el problema”, si “queremos estirar el chicle” y “seguir echando leña al fuego”.

A su juicio, esa fórmula “lo único que va generar en la ciudadanía es malestar”, por lo que en realidad sus efectos supondrán “pan para hoy y hambre para mañana”, que no representa “una solución inteligente, y mucho menos una política inteligente”.

Según el diputado nacionalista vasco, la celebración del referéndum “clarificaría más las cosas” que el recurso de convocar unas elecciones plebiscitarias, “porque todos sabríamos la posición de la ciudadanía catalana, y a partir de ahí tendrían que interactuar políticamente para aproximar voluntades”.

Sin embargo, unas elecciones sólo “muestran voluntades a medias” y para que fueran un sustituto real del referéndum los partidos deberían concurrir sin programa y “sólo defendiendo la que hubiera sido su posición en el referéndum”.

Con la celebración de unas elecciones por imposibilidad de votar en referéndum, “la frustración entre la ciudadanía catalana seguiría produciéndose y sería una solución a medias, una solución muy parcial. El referéndum es más claro, sería un retrato de la situación que no significa que el mundo se acabe ahí”.

Esteban ve al Gobierno de la Generalitat con una “voluntad decidida” de celebrar la consulta, mientras que “imagino que el Ejecutivo, tal y como está actuando, pondrá todos sus medios para evitarlo”.

Sólo espera que “no pretenda que no se celebre por la fuerza”, entre los que contempla medios coercitivos a las distintas administraciones necesarias para la celebración del referéndum o incluso “policiales… No quiero más allá”.

El portavoz del PNV insistió en que “hay muchas formas de coaccionar” y se mostró “seguro de que a más de uno del Gobierno se le han pasado por la cabeza”. En cualquier caso, cree que “sería una muy mala idea y un tremendo error” que Mariano Rajoy recurriera a esos métodos.

Lo que es más preocupante en este momento, a su juicio, es que “sigue sin haber voluntad de dialogar por el Gobierno, que sigue encerrado” en su posición, mientras que “la Generalitat ya ha dicho que está dispuesta a explorar si hay salidas”.

A su entender, “el que tendría que tomar la iniciativa, el primero que debería tomar el toro por los cuernos, es el presidente del Gobierno. Creo que en un tema tan delicado no puede pasar el paquete a nadie. Quienes tienen que asumir la responsabilidad del diálogo y de los términos del mismo son los propios presidentes”.