El Laboratorio Subterráneo de Canfranc opta a albergar uno de los mayores detectores de neutrinos del mundo

ZARAGOZA
SERVIMEDIA

La instalación oscense del Laboratorio Subterráneo de Canfranc, en Huesca, es uno de los sietes candidatos europeos en los que la UE está estudiando la posibilidad de implantar un súper detector de neutrinos, único en el mundo, capaz de analizar hasta un millón de toneladas de estas partículas.

Esta herramienta, para cuyo desarrollo se necesitaría una inversión de entre 300 y 500 millones de euros, forma parte del programa internacional Laguna, en el que también están interesados EEUU y Japón y que estudia la posibilidad de implantar este tipo de aparatos.

Según ha explicado a Aragón Press el director asociado del laboratorio, el catedrático de la UZ José Ángel Villar, la UE está estudiando la viabilidad de que varias localizaciones europeas acojan este detector, “y entre los candidatos está Canfranc”.

El resultado del estudio de viabilidad se sabrá durante este año, según Villar, pero todavía faltarían décadas para que, en el caso de que se hiciera, el proyecto se pusiera en marcha, dado que habría que obtener financiación y establecer los países que intervendrían en el proceso. “Se podría pensar que podría empezar a funcionar en 2030”, apunta el director.

Además, e independientemente de cuál sea la ubicación más apropiada para trabajar con este detector, Villar insiste en que para desarrollarlo “tendría que haber una colaboración supranacional, por la inversión que supondría, ya que estamos hablando de entre 300 y 500 millones de euros”.

Los resultados también serían de interés internacional, ya que con este súper detector -entre otros experimentos- se pretende descubrir la masa de los neutrinos. Villar explica que el nuevo aparato conllevaría “un paso más” en el mundo de la física, que superaría incluso al detector que está funcionando en Japón y con en el que se demostró que el neutrino tiene masa, hallazgo que mereció el Premio Nobel.

“Lo que no se sabe es cuánta masa” tienen estas partículas, añade el experto, y para descubrirlo la nueva herramienta podría detectar hasta un millón de ellas (un megatón). “Dado que estos procesos ocurren muy pocas veces, se trata de ponerle mucha masa para que haya más posibilidades de que interaccionen”, matiza.

Su implantación, además, requeriría de una infraestructura compleja, ya que la excavación del hueco necesario “implicaría una obra de la envergadura del Túnel de Somport”, cuya realización podría prolongarse durante unos ocho años.

(SERVIMEDIA)
12 Ene 2010
LMB