Asimismo, aseguró que Cataluña no puede decidir sola su futuro. "No es cuestión de negar un derecho que niega la Constitución, que no es poca cosa"; es que con esa decisión "con toda seguridad se divide al país como lo haría un cuchillo de carnicero".

De acuerdo con el europarlamentario, el derecho a decidir conduce a la independencia, o al menos al deseo de ella. Sin embargo, falta la concreción, pues tras el referéndum vendría la negociación con el Gobierno central, que deja interrogantes como "¿qué pasa con la moneda? ¿qué pasa con las pensiones? y tantos otros".

Así, agregó que puede pasar que hoy se vote un deseo y mañana se asegure que no se quiere seguir adelante, que la concreción de ese deseo no tiene apoyo. "¿Qué pasaría si Tarragona, por ejemplo, pidiera su derecho a decidir, si no quisiera materializar ese deseo en las condiciones acordadas?", se preguntó.

Además, Jáuregui planteó que no solo debe tenerse en cuenta un escenario en el que el deseo de los catalanes sea tener un Estado propio: "¿Qué debate tenemos que abrir si sale un no? ¿La vuelta al centralismo?".

Para el eurodiputado, esta es una forma equivocada de enfrentar los problemas que llevan a esta situación, y por ello aprovechó su intervención para insistir en que las decisiones deben tomarse "pensando juntos".