El colectivo ha recibido denuncias de usuarios que se han encontrado con instalaciones no accesibles y con barreras que dificultan el acceso a la propia zona de agua de la piscina, así como a la zona de baños.

Los usuarios con discapacidad de este tipo de instalaciones se encuentran habitualmente con barreras que les impiden utilizar los lavabos, así como aproximarse en silla ruedas al mobiliario de los servicios. Del mismo modo, son habituales en las instalaciones los peldaños y las vallas que dificultan el paso en silla de ruedas, los obstáculos en la zona de vestuarios, así como la falta de mecanismos para que las personas con movilidad reducida puedan introducirse en el agua.

Al mismo tiempo, Famma resalta que en la página web del Ayuntamiento de Madrid no se ofrece información adecuada y actualizada sobre las condiciones de accesibilidad de este tipo de recintos, lo que genera más dificultades a las personas con movilidad reducida a la hora de hacer uso de las piscinas.

Por último, el colectivo censura que las personas con discapacidad no puedan utilizar en condiciones de igualdad con el resto de los ciudadanos las piscinas, así como disfrutar de su derecho al ocio y al esparcimiento en verano, lo que contraviene el artículo 30 de la Convención Internacional de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que establece que “las personas con discapacidad deben tener acceso a instalaciones deportivas, recreativas y turísticas en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía”.