El acuerdo, que ha sido pactado con el Ejecutivo balear y el sector pesquero de la zona, intenta compatibilizar la necesaria protección de estos hábitats con el uso sostenible de los recursos pesqueros.

En las tres zonas protegidas se prohíbe la pesca de arrastre con el fin de preservar los fondos marinos, donde existen espacios de especial interés, especialmente los fondos coralígenos y de maërl, en los que la normativa de pesca europea establece medidas concretas de protección.

En ese sentido, la Secretaría General de Pesca ha programada este año dos campañas de cartografía con el propósito de profundizar en el conocimiento de los hábitats protegidos. La primera de ellas, realizada con el buque oceanográfico Enma Bardan, se centra en trabajos de sonda multihaz, mientras que la segunda será realizada por el buque oceanográfico Vizconde de Eza y navegará las zonas con un sónar de barrido lateral.