Desde el inicio de la crisis en España, MSF se ofreció para compartir conocimientos técnicos con las autoridades sanitarias, lo que se ha traducido en una serie de reuniones mantenidas en los últimos días con el comité de expertos, según informó la ONG este viernes.

“Nuestros protocolos de actuación ante fiebres hemorrágicas, al igual que los de otras organizaciones, se han construido a lo largo de 20 años de experiencia sobre el terreno y creemos que puede ser muy valioso compartir nuestros conocimientos en esta materia,” explicó Raquel Ayora, directora de Operaciones de MSF.

Ayora consideró “importante” señalara que, hasta ahora, “estas epidemias se han dado en países con sistemas de salud frágiles y en contextos precarios”, por lo que la traducción de estos protocolos a “un sistema de salud complejo como el de España corresponde a los técnicos del comité de expertos, que deberán determinar qué aspectos o actuaciones puede aplicar en la sanidad española”.

Además, MSF también ha compartido las líneas generales y principios de su metodología de formación para hacer frente a epidemias de fiebres hemorrágicas, aunque, de momento, no tendrá una participación activa en los cursos de formación previstos por el comité de expertos.

La organización médica ha reiterado en varias ocasiones estar “al límite” de sus capacidades en la batalla contra la epidemia que devasta Sierra Leona, Liberia y Guinea y en un brote de ébola diferente en la República Democrática de Congo y de Marburg (Uganda).

“Por nuestra naturaleza y perfil de trabajo, nuestro esfuerzo se concentra en África porque ésa es la mejor manera de evitar la propagación de la epidemia y porque allí no hay nadie para cuidar de los enfermos de ébola,” recalcó Ayora, quien añadió que “la necesidad de actuación en África occidental es imperiosa si se pretende evitar que la infección se extienda a otros países”.

“ENFERMEDAD MUY CRUEL”

MSF apuntó que el riesgo cero en una enfermedad como el ébola es inexistente y que, por lo tanto, la protección de los equipos médicos debe ser una prioridad en todos los países afectados.

“Tenemos que recordar que esta es una enfermedad muy cruel, ya que infecta y se ceba con los que cuidan a los enfermos y entre ellos está el personal sanitario que, como hemos visto, está en primera línea de batalla de la enfermedad,” apostilló.

MSF empezó su intervención contra el ébola en África occidental el pasado mes de marzo. En la actualidad trabaja en Guinea, Liberia y Sierra Leona. La organización gestiona seis centros para pacientes de Ébola, con una capacidad total de 550 camas.

Desde entonces, MSF ha ingresado a 4.511 personas, de las cuales 2.706 dieron positivo por ébola y cerca de 1.000 se han recuperado. La ONG ha desplegado a 276 trabajadores internacionales en la región y emplea a 2.977 trabajadores locales.