MSF redobla su lucha contra el ébola con la inminente apertura de una maternidad en Sierra Leona
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El director general de Médicos Sin Fronteras (MSF) en España, Joan Tubau, anunció este miércoles que esta organización médico-humanitaria dará próximamente “un paso adelante” en la lucha contra el ébola con la apertura de una maternidad en Freetown (Sierra Leona), antes de que acabe este año.
Con ello, las mujeres embarazadas podrán ser atendidas para dar a luz, algo imposible actualmente en la capital sierraleonesa por falta de personal médico y de centros sanitarios especializados.
Tubau adelantó esta medida en una rueda de prensa en Madrid durante la presentación del informe ‘La acción humanitaria en 2013-2014: una respuesta tardía’, elaborado por el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (Ieach) y Médicos Sin Fronteras (MSF).
“A día de hoy lo estamos discutiendo profundamente y haremos todo lo posible para ser capaces de abrir una maternidad en Freetown y poder dar cuidados necesarios a las mujeres embarazadas, también en el momento del parto y para las que necesitan una cesárea. Es nuestra ambición y es nuestra convicción”, apuntó.
Tubau señaló que esto significa “hacer una cesárea al abdomen de una mujer vestidos de astronauta, con todo lo que implica en términos de exposición al contagio para el cirujano que está llevando a cabo esa medida”.
“Es uno de los pasos hacia adelante que queremos dar como organización. A día de hoy podríamos estar teniendo ya la capacidad de atrevernos a abrir una maternidad de entre 30 y 60 camas”, apostilló, antes de añadir que hacer una cesárea es, “probablemente, la práctica médica de mayor compromiso que se puede tener” en la lucha contra el ébola.
Esta iniciativa se suma a otras puestas en marcha recientemente por Médicos Sin Fronteras, como repartir más de dos millones de antimaláricos en los tres países más afectados por el ébola (Liberia, Guinea y Sierra Leona) o la apertura de una primera sala de triaje en Monrovia (Liberia) para realizar test a pacientes con el fin de que estos puedan acudir al hospital si la prueba es negativa, ya que muchos hospitales y clínicas de este país están cerrados y los que siguen funcionando rechazan a los pacientes que presentan fiebre y vómitos, por temor a ser infectados por el virus.
No obstante, hasta el pasado 5 de noviembre la epidemia de ébola ha causado la muerte de 310 personas del ámbito sanitario, del total de 546 casos infectados.
MÁS FLEXIBLES
Por otro lado, Tubau indicó que MSF ha trabajado en los últimos 10 meses “prácticamente en soledad” junto con médicos y enfermeros de Guinea, Liberia y Sierra Leona, para aislar a unos 5.600 pacientes y tratar a unas 4.000 personas infectadas de ébola, de las que unos 2.000 “han salido por las puertas de nuestros hospitales curados de la enfermedad”.
Además, MSF ha enviado a los países afectados cerca de 1.200 toneladas de suministros de todo tipo y mantiene actualmente sobre el terreno a unos 3.100 trabajadores humanitarios de la región y unos 300 procedentes de otras partes del mundo.
Tubau comentó que MSF debe ser “muy flexible” en los próximos meses en su respuesta a esta emergencia, de manera que tendrá que “innovar hasta el límite de nuestro compromiso ético con nuestros pacientes” para agilizar el diagnóstico de la enfermedad con el fin de comenzar cuanto antes el tratamiento.
“Debemos probar nuevos tratamientos y arriesgarnos a probar aquellos sobre los que no tenemos absoluta convicción de su existencia, pero, en una situación de extraordinaria gravedad como la que vivimos, debemos ir hasta el límite de la relación ética que mantenemos con nuestros pacientes y ser capaces de probar nuevos medicamentos”, apostilló.
MIEDO AL ÉBOLA
Por otra parte, Tubau criticó que la comunidad internacional se haya “rendido al miedo que genera el ébola” reaccionando “mínimo cuatro meses tarde”. “Occidente se ha rendido a ese miedo y eso no es justificable porque con un número muy reducido de casos adoptó medidas exageradas de sobreprotección, obstaculizando la evacuación de personal internacional que trabajaba en la región y generando alarma, como en Estados Unidos, con medidas de sobreprotección muy cercanas a la estigmatización a personal de MSF que volvía después de haber estado luchando generosamente”, explicó.
En este sentido, consideró “desproporcionado” que, según un informe del Instituto de Salud Global de Barcelona, el Gobierno español haya destinado alrededor de 10 veces más de fondos desembolsados a combatir el ébola en España que en África occidental.
“Me parece desproporcionado. Eso no quiere decir que lo que se haya invertido en España sea poco o mucho. España ha tenido la oportunidad política única de, justamente porque lo estábamos sintiendo en nuestras carnes, saber lo que eso significa para los países que están sufriendo esta epidemia”, indicó.
A este respecto, comentó que el día que se supo el contagio de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, hubo 125 fallecidos en Liberia por ébola. “Ésa era la oportunidad que tenía España de decir: ‘Ahora entiendo la crudeza, la crueldad y la virulencia de lo que está pasando a esta gente’. Por tanto, es claramente desproporcionado no porque la inversión en España sea mucho o poco, sino porque la administración española, mejor que nadie, podría entender de golpe y a lo bestia lo que estaba pasando en Liberia o en Sierra Leona”, concluyó.
(SERVIMEDIA)
17 Dic 2014
MGR/caa