Expertos apuestan por corregir la dieta en la infancia para reducir el riesgo de obesidad

MADRID
SERVIMEDIA

Un artículo recogido por la revista Anales de Pediatría, publicación oficial de la Asociación Española de Pediatría (AEP), alerta de la necesidad de corregir los desequilibrios dietéticos en la infancia para reducir el riesgo de obesidad y otras enfermedades crónicas derivadas.

El estudio elaborado por un comité de expertos en nutrición y pediatría y patrocinado por la compañía Danone Nutricia es la primera y única investigación en España que se centra exclusivamente en analizar los hábitos nutricionales de los niños menores de 3 años para comparar los resultados obtenidos con las recomendaciones de consumo energético e ingesta de nutrientes.

Entre las conclusiones, destaca que el 95,9 % de los niños de entre siete meses y tres años consumieron proteínas por encima del doble de las recomendadas. Las deficiencias observadas en los grupos de edad de 13-24 meses y 25-36 meses respectivamente fueron: vitamina D en el 81,7% y 92,1%; vitamina E en el 39,3% y 53,4%; ácido fólico en el 12,5% y 14,8%; calcio en el 10,1% y 5,5%; y iodo en el 27,1% y 31%.

También se observó que una mayor proporción en el consumo diario de proteínas y de hidratos de carbono, y una menor proporción de lípidos totales, se relacionan con un mayor índice de masa corporal, independientemente del consumo energético que se haga.

De los datos analizados también se extrae que el 70% de los niños tiene un buen seguimiento de la dieta mediterránea. Pese a ello, el porcentaje de consumo de comida rápida es elevado en estas edades tan tempranas: más de un 90% se alimenta una o más veces a la semana con este tipo de comidas.

ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Las conclusiones de este estudio son especialmente llamativas, dado que las últimas investigaciones llevadas a cabo en todo el mundo demuestran que la nutrición en los mil primeros días del niño tiene un fuerte impacto en el riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad en años/décadas posteriores.

El estudio muestra una visión muy detallada de los patrones alimentarios de este grupo de población y concluye que “la promoción de una alimentación saludable debe centrarse en la corrección de los desequilibrios dietéticos detectados para favorecer la salud futura de los niños”.

En el estudio han participado 186 pediatras y 1.701 niños cuyas madres rellenaron un diario detallado en el que se recogían todos los alimentos ingeridos por sus hijos durante días no consecutivos. Expertos en nutrición analizaron estos cuestionarios dietéticos y cada alimento fue convertido en nutrientes, según tablas ya establecidas y estandarizadas. De esta forma se podía evaluar la cantidad de micro y macronutrientes ingeridos por estos niños.

(SERVIMEDIA)
20 Ene 2015
BCR/gja