Álvarez aseguró que los cánticos proferidos este fin de semana en el estadio de fútbol del Betis contra la expareja del delantero Rubén Castro, acusado de violencia machista, “alientan la impunidad” e “implican un gesto de tolerancia social hacia un tipo de violencia muy extendida y que cuesta la vida a decenas de mujeres cada año en España”.

En voz de la diputada socialista, estas actitudes supondrían la minimización del problema, la estigmatización de la víctima y la justificación y normalización de las agresiones, motivo por el que demandó “medidas contundentes”, que actúe la Fiscalía y que la legislación castigue la “apología machista”.

“Esos gritos proferidos en un campo de fútbol pueden verse agravados si no se denuncia y se percibe la indiferencia de las autoridades. Allí se produjo un linchamiento a la víctima que debería generar una alerta sobre el nivel de tolerancia social al sexismo hostil y los delitos de género”, denunció Álvarez.

A este respecto, la socialista reprochó el, a su juicio, “silencio inaceptable” de la Delegación de Gobierno contra la violencia de género, de la secretaria de Estado, Susana Camarero, y de los ministros de Educación y Sanidad.

“Mal vamos cuando se menosprecia la importancia de que sean los responsables de las administraciones los primeros en asumir ese liderazgo ético y moral frente a la violencia machista”, incidió Álvarez, quien reclamó el pronunciamiento del club y de la Federación Española de Fútbol, así como una mayor contundencia del Consejo Superior de Deportes.

Asimismo, Álvarez anunció la presentación de una proposición no de ley en el Congreso, en la que solicitó que el Observatorio contra el Racismo y la Violencia en el Deporte incorpore en su composición a “organizaciones y personas de reconocida competencia en la lucha contra el sexismo”.