Según refleja el último informe anual del Defensor del Pueblo, de 2014, la oficina que dirige Soledad Becerril recibió la queja de una mujer a quien la residencia de ancianos no dejó acompañar a su hermana en los últimos momentos de su vida bajo el argumento de que el horario de visitas concluía a una hora determinada.

Ante este hecho, el Defensor del Pueblo inició una actuación con la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla La-Mancha, orientada a "facilitar que los familiares estén más cerca de los residentes en situación terminal, sin quedar sujetos a horarios".

Puesto que se comprobó que en esta comunidad no existía regulación al respecto, el departamento de Becerril formuló una recomendación para que se estableciera una regulación general que alcance a todas las residencias de personas mayores en las que se regule la permanencia de los familiares de los residentes durante los procesos de cuidados paliativos y situaciones terminales.

"La recomendación se aceptó y se ha elaborado un protocolo que se trasladará a todas las residencias de mayores de la red pública de Castilla La Mancha para su efectiva aplicación", explica el último informe de la oficina del Defensor del Pueblo.