Así, la Resolución 1325 es “emblemática”, ya que el Consejo de Seguridad se ocupó por primera vez del papel de la mujer en las situaciones de conflicto y postconflicto.

Posteriormente, se ha ido aprobando un marco normativo sobre las necesidades específicas de protección de las mujeres en situaciones de conflicto, especialmente ante la “preocupante generalización” de la violencia sexual como arma de guerra y de terrorismo en muchas zonas de África y de Oriente Próximo, así como sobre el “papel de agente activo” que las mujeres deben jugar en los proceso y negociaciones de paz.

Por todo ello, el Gobierno apuntó que España 2trabaja “activamente y con total dedicación” con otros miembros del Consejo de Seguridad, con países aliados, con el sistema de Naciones Unidas y con representantes de la sociedad civil para que el próximo mes de octubre la comunidad internacional asuma compromisos ambiciosos en materia de prevención, protección y participación de las mujeres en los procesos de construcción y consolidación de la paz. Todo ello con el objetivo de que se deje de contemplar a la mujer exclusivamente “como una víctima y convertirla en agente necesario en la construcción de una paz duradera”.

En este ámbito, España copresidió, junto con el Reino Unido, una reunión en Nueva York a nivel de embajadores con objeto de llamar la atención acerca de la falta de avances en esta materia y para marcar una hoja de ruta sobre posibles compromisos nacionales en los que un nutrido grupo de países podría ponerse de acuerdo.

España está, además, realizando una tarea paralela de movilización de los actores clave de la Secretaría General y ONU-Mujeres, al tiempo que trabaja con el Departamento de Información Pública de Naciones Unidas para lanzar una campaña mediática que contribuya a la labor de concienciación necesaria.

Por último, España tiene la intención de proponer al Consejo de Seguridad la adopción de una nueva resolución que defina la responsabilidad de éste en esta materia, que exija resultados al sistema de la ONU y que aborde amenazas ausentes de la Resolución 1325 y sucesivas, como el papel de la mujer en la lucha contra el extremismo violento.