Según explicó la compañía, esta serie de impactos implican un efecto negativo de 390 millones en el resultado operativo.

De este importe total, sólo tendrían impacto en caja 89 millones de euros, de los cuales 35 millones impactarían antes del 31 de diciembre de 2015, quedando el resto distribuidos en los próximos ocho ejercicios.

Las ventas del grupo alcanzaron los 1.409 millones de euros en el primer semestre de 2015, con una caída del 5% como consecuencia de la estacionalidad del negocio de organización de elecciones, con fuerte impacto en la primera mitad del año, y que se espera que vaya mitigándose durante el resto del ejercicio.

Excluyendo el impacto del negocio de Elecciones en el primer semestre de 2014 (básicamente en Asia, Medio Oeste y África y Latinoamérica), las ventas habrían crecido un 2%.

AUMENTO DE GASTOS OPERATIVOS

Por su parte, los gastos operativos se situaron en 1.437 millones de euros, lo que representa un aumento del 5% con respecto al primer semestre de 2014 (1.374 millones de euros), debido al incremento de los aprovisionamientos y otros gastos de explotación (+5%) y a los Gastos de Personal, que se incrementan un 5% en línea con el incremento de plantilla global (+5%).

Por otro lado, las amortizaciones se sitúan en 45 millones de euros frente a los 35 millones de euros del primer semestre de 2014 (+27%), por el efecto de la aplicación y amortización correspondiente a subvenciones de proyectos de I+D finalizados.

La Deuda Neta de Indra al término del periodo se sitúa en 825 millones de euros (nivel superior a los 663 millones del cierre de 2014). El coste medio de la deuda se sitúa en el 4,4% y mejora en 0,5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año anterior.