En los pasillos del Congreso de los Diputados, Alonso explicó que esa será la propuesta del Gobierno en la reunión de la Comisión de Prestaciones que se celebrará el día 2 de sepiembre con las comunidades autónomas, y en la que pretende acordar una fórmula para “armonizar” la atención a los inmigrantes en situación irregular en todos los territorios.

Alonso se remitió a la reforma de 2012, que permitió acceder a la tarjeta sanitaria a españoles que antes lo la tenían, como parados de larga duración o determinados profesionales, y la prueba es que hoy hay 800.000 tarjetas sanitarias más que entonces. Esa reforma, añadió, permitió “corregir una situación negativa” para España, como era ese “turismo sanitario”.

Su propuesta ahora es que, a partir del empadronamiento que acredite la residencia de un inmigrante en un determinado municipio, sean los servicios sociales los que determinen su situación y, en su caso, integrándose en un registro, se le otorgue “un documento” que le daría acceso a la atención primaria. En ningún caso, aseguró el ministro, ese documento sería una tarjeta sanitaria que pudiera abrir de nuevo la puerta al turismo sanitario.

Alonso pidió a las fuerzas políticas y a las comunidades autónomas que no abran “debate político” sobre este asunto y que contribuyan a “hacer las cosas bien” porque España “atiende” a las personas que viven en su territorio pero es un país “serio” y lo hace “con control”.

Sin embargo, el candidato del PP a la presidencia de la Generalitat Catalana, Xavier García Albiol, aseguró ayer que si él gana las elecciones, los 'sin papeles' no tendrán atención primaria, y que sólo se les atenderá en los servicios médicos de urgencia.