En una entrevista en la Cope recogida por Servimedia, el ministro se refirió a que la detención esta semana en Francia del etarra Albert Plazaola supone que la banda terrorista “no se ha disuelto, pero mantee un mínimo aparato en el exterior para intentar coordinar a lo poquito que les queda fuera” en cuanto a estructura y personas.

El responsable de Interior destacó que esta legislatura se ha detenido a casi 150 etarras en España, Francia y otros países, lo que indica que las Fuerzas de Seguridad, en colaboración con otros Estados, va a seguir actuando contra la banda etarra “hasta que ETA por las buenas o por las malas se disuelva”.

Añadió que él es de los que cree que resulta “muy difícil que ETA se disuelva, si no es a cambio de una negociación” sobre presos y huidos, que dijo que el Gobierno no está dispuesto a mantener.

Sin embargo, apuntó que “tampoco el Grapo se disolvió nunca” y sus miembros están en la cárcel. Destacó que los “objetivos” de ETA, en alusión a la independencia de un País Vasco unido a Navarra, no se han conseguido “en absoluto”.

Por este motivo, dijo que “no es que la disolución sea fundamental a efectos de garantizar que ETA no va a volver a atentar”, ya que la banda “está muerta, derrotada policial y operativamente”. No obstante, apuntó que la disolución de la organización criminal sería buena “para que se visualizara que eso que hizo durante décadas ha fracaso rotundamente”.