Coll considera “una fe escolástica” que la ANC trate de vender que la separación de Cataluña de España es “inevitable, indolora, irreversible”, que la Historia va en esa dirección, y que con la independencia españoles y catalanes serán más felices y productivos.

A su juicio, “sólo desde una actitud ciega” se puede presentar de esa forma la fractura en la sociedad que se está provocando, que “genera tensión”. Aunque, desde su punto de vista, estemos ante unas elecciones autonómicas y no ante un referéndum de secesión, la “amenaza” de los independentistas de que van a tomar decisiones unilaterales provoca ese mismo efecto.

El vicepresidente de SCC añadió que la ANC se basa en “un gran castillo de naipes”, pues se aferra al artículo de la Constitución que establece que los españoles en el extranjero podrán mantener su nacionalidad, y éste se incluyó para solucionar cuestiones puntuales como la situación de exiliados políticos que pudieran convertirse en apátridas, no para una secesión. Cuando se adquiere una nacionalidad, remarcó, se pierde la anterior.

Por todo ello, Coll espera que “impere el sentido común” y mañana los catalanes, con su voto, “eviten caminos que nos mantengan en el bucle” del proceso soberanista. Él no tiene esperanzas de convencer a los independentistas, porque “nunca van a reconocer que pueden estar equivocados”, por lo que el debate es imposible.

En su opinión, utilizar todos los medios públicos al servicio de “la mayor campaña de agit-prop desde la Segunda Guerra Mundial” para convencer a sectores hasta ahora no independentistas”, y el propósito de quebrantar la Constitución sin tener los votos necesarios para modificarla, es “un golpe de Estado” en toda regla.