Yihadismo. El Instituto Elcano pide a España políticas de integración de los musulmanes para evitar su radicalismo

MADRID
SERVIMEDIA

El Real Instituto Elcano recomendó este jueves al Gobierno español la puesta en marcha de políticas efectivas de integración de la comunidad musulmana con el objetivo de evitar la radicalización de estos individuos y su captación por parte de organizaciones yihadistas.

Esta fue la principal conclusión del debate ‘La amenaza terrorista en Europa: desafíos y respuestas’ que el Real Instituto Elcano organizó hoy en Madrid. En este foro participaron Fernando Reinares, director del Programa sobre Terrorismo Global Instituto, Jesús Núñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) y Carola García-Calvo, investigadora del Programa sobre Terrorismo Global del Instituto.

En ese sentido, Reinares explicó que los atentados ocurridos recientemente en Bruselas y en París ponen de manifiesto que la comunidad internacional se enfrenta a una amenaza terrorista “intensa” que tiene su “fuente principal que no exclusiva” en los combatientes del autodenominado Estado Islámico (EI), sin olvidar a Al Qaeda.

ENCRUCIJADA EUROPEA

Este fenómeno yihadista, según Reinares, demuestra la existencia de un conflicto latente en Siria e Iraq por el control regional que se agrava por los distintos intereses que las potencias occidentales tienen en la zona

Aunque, a su juicio, el yihadismo también pone sobre la palestra el momento actual que vive Europa, ya que una cuarta parte de los yihadistas proceden del Viejo Continente. Esto le sirvió para llamar la atención sobre el hecho de que se está produciendo una “movilización de manera especialmente intensa” de los musulmanes de segunda generación en países como Bélgica, Francia, Dinamarca u Holanda frente a aquellos de primera generación que residen en España o Italia

Estos combatientes son individuos con “frustraciones personales”, que han sentido en primera persona “agravios” por parte de la población del país donde residen y que se ven “apartados” incluso por la comunidad musulmana que frecuentan.

Ello impide, según Reinares, establecer un “perfil sociodemográfico exacto” de los yihadistas, ya que muchos de ellos no son “marginados sociales”, sino personas que proceden de familias de clase media con estudios universitarios.

Por ello, reclamó al Gobierno español que aprenda de los errores cometidos por los países de su entorno en la integración de estos musulmanes de segunda generación para poner en marcha políticas efectivas ahora que cuenta en su territorio con musulmanes de primera generación.

“DESRADICALIZACIÓN”

Reinares concluyó manifestando que las sociedades occidentales se han convertido en objetivo de los yihadistas por la cantidad de detenciones de terroristas que llevan a cabo, en lugar de por las intervenciones militares que tienen lugar en los países donde tienen su origen las organizaciones terroristas a las que pertenecen.

En esa línea Núñez subrayó que “no estamos en guerra contra el terrorismo”, al tiempo que afirmo que la militar “no puede ser la principal solución para combatir el yihadismo”, lo que le valió para cuestionar la política exterior de las potencias occidentales que “venden armas a quienes matan”, “amparan golpes de Estado como en Egipto” y “son amigos de Arabia Saudí, principal amigo y financiador de los yihadistas”.

Por otro lado, dijo que los combatientes del EI “no son yihadistas convencidos”, ya que entre sus filas cuentan con exmilitares iraquíes, mercenarios, “revanchistas” (personas que han perdido a sus seres queridos a manos de quienes se enfrentan a este grupo terrorista) e incluso “amantes de las aventuras extremas”.

Por último, García-Calvo puso de manifiesto que el EI otorga “importancia y relevancia, un estatus” a aquellos que “no encuentran acomodo” en las sociedades en las que nacen. A ello se suma, continuó, que las redes sociales han ampliado “muchísimo” los niveles de captación de este grupo terrorista.

Por ello, urgió a los países occidentales a “revisar” los programas de prevención, teniendo presente que no hay una “varita mágica” que evite que alguien se enrole en una organización terrorista, al tiempo que conminó al desarrollo de planes de “desradicalización” de aquellas personas que han pertenecido a estos grupos criminales.

(SERVIMEDIA)
14 Abr 2016
MST/gja