Los agentes han detenido a los 13 miembros de la organización criminal, ocho hombres y cinco mujeres de nacionalidades colombiana, española, peruana, guineana, marroquí y cubana en Barcelona, l’Hospitalet de Llobregat, Cornellá de Llobregat, El Prat de Llobregat y Cunit de Calafell (Tarragona).

Durante la operación se llevaron a cabo 10 registros, en los que, además de la pasta base de cocaína, se intervinieron cinco vehículos de diferente gama, 27.190 euros en metálico, seis armas largas, tres armas cortas, 400 cartuchos de diferentes calibres, diverso material tecnológico, así como balanzas de precisión y precursores para el procesamiento y 'cocinado' de la droga.

ESCONDIDA EN MUEBLES

La red enviaba a personas con escasos recursos económicos a Perú bajo la apariencia de que iban a ejercer algún tipo de actividad laboral. Durante su estancia en el país sudamericano, que duraba varios meses para que fuera creíble, estas personas vivían con todos los gastos pagados a la espera del viaje de retorno.

Cuando la organización planeaba el retorno de estas personas a España iniciaba los preparativos de ocultación de la droga en el interior de los muebles que, supuestamente, eran los que habían formado parte del mobiliario de su domicilio durante su estancia esos meses en Perú.

La persona volvía a España en avión y los muebles vía marítima en contenedores que, tras ser despachados como tales, eran remitidos a diferentes guardamuebles de Barcelona y su extrarradio, donde finalmente se hacían cargo de ellos diferentes integrantes del grupo criminal para culminar el proceso de extracción de la droga que traían oculta.