A través de un texto colgado en su web, Aznar se pronunciaba así sobre dos informaciones en torno a su persona que se han publicado en las últimas semanas, referidas a una inspección de Hacienda de que fue objeto en 2014 y a la contratación en Panamá de un inspector de la Policía Nacional que fue su escolta en La Moncloa.

La primera información alude a que Hacienda abrió una inspección a Aznar por usar la sociedad Famaztella para facturar sus actividades profesionales. La segunda se refiere a que el Ministerio del Interior contrató como consejero de seguridad de la Embajada española en Panamá al inspector jefe de la Policía Nacional Francisco Gabriel Maroto Almarcha, que fue jefe de la escolta de Aznar cuando era presidente.

A este respecto, el expresidente señala que ha dejado pasar “unos días a la espera de que alguien diera las explicaciones oportunas por la manipulación pública de datos fiscales relativos a mi actividad”.

“INJURIOSO HABLAR DE DEFRAUDACIÓN”

Según Aznar, la Agencia Tributaria realizó en 2013 una comprobación fiscal sobre sus declaraciones de IRPF y sobre las declaraciones del Impuesto de Sociedades presentadas por Famaztella, S.L. referentes a los ejercicios de 2009 y 2010.

“Dicha comprobación se cerró de conformidad en 2014”, asegura el exjefe del Ejecutivo, quien añade que “es injurioso hablar de defraudación, dado que todos los ingresos y todos los gastos han sido íntegramente declarados en todos los ejercicios, y carece absolutamente de veracidad cualquier afirmación destinada a arrojar sospecha alguna sobre el cumplimiento de cualquier obligación fiscal”.

Asimismo, destaca que la apertura de esta investigación ya tuvo eco en los medios de comunicación en 2014, por lo que su reaparición ahora supone “una evidente tentativa más de verter graves falsedades e injurias, con intención que nada tiene que ver con la regeneración de la vida política, sino todo lo contrario, perjudicarla”.

Sobre la contratación de su exjefe de escoltas en la Embajada española en Panamá, Aznar atribuye estas noticias a los que “no superan” que su nombre no aparezca en los papeles del bufete Mossack Fonseca que están siendo difundidos por la prensa. Por este motivo, rechaza que para relacionarle con este episodio algunos “pretenden aprovechar cualquier cosa para manipular datos personales confidenciales, verter injurias”. “Es más que preocupante ver hasta dónde se está llegando”, remarcó.