Así se pronunció el ministro, en declaraciones a los periodistas, después de participar en la inauguración de la VII Edición del Foro de la Alianza de las Civilizaciones, que se está celebrando en Bakú (Azerbaiyán).

El jefe de la diplomacia española subrayó que “a movimientos extremistas tan crueles y organizados como Daesh hay que combatirlos militarmente, hay que desalojarlos de los terrenos que ocupan militarmente en Siria, en Iraq y ahora en Libia”.

A pesar de ello, reconoció que “para atajar y prevenir conflictos hay que establecer una cultura de paz y diálogo que sea la opuesta a la de la violencia, el terror y la guerra”.

Para dar fuerza a su idea, Margallo explicó que ha puesto sobre la mesa en este foro “soluciones muy concretas”, entre las que destaca un diálogo intercultural e interreligioso en el que tiene que haber un representante de la ONU que “coordine y plantee sinergias entre las distintas iniciativas, que son muchas y muy variadas”.

El ministro recordó que España se encuentra en el Centro Internacional de Diálogo (KAICIID, por sus siglas en inglés) y en la Unión por el Mediterráneo. “Demasiadas iniciativas y poco coordinadas”, confesó.

Por otra parte, destacó que también ha propuesto que las víctimas sean escuchadas para construir un relato “alternativo y contrario” al de los terroristas, así como la creación de un Tribunal Penal Internacional contra el Terrorismo que complete los espacios donde el de La Haya “no pueda llegar”, ya que, dijo, “no ha habido nadie juzgado por terrorismo en África”, un continente en el que el yihadismo está muy presente.

Margallo concluyó afirmado que ha propuesto la puesta en marcha de un foro de Internet para difundir un “mensaje de paz, tolerancia y comprensión mutua, así como reforzar el papel de la mujer en la solución de conflictos y la incorporación de expertos en diálogo interreligioso en misiones de paz" e “ir sustituyendo el diálogo de la paz frente al diálogo del terror”.