"No nos oponemos al cambio de hora, pero pensamos que se trata de un parche, una medida ineficaz si no se acompaña de otros cambios más profundos en nuestros hábitos horarios", que pasan por dormir más y por acabar con las jornadas "interminables" de trabajo, afirmó Ignacio Buqueras, presidente de la citada comisión.

Desde esta perspectiva, Buqueras pide a administraciones públicas, organizaciones sindicales y empresariales y a la sociedad en general que no se conformen con el cambio de horario de verano y "den un paso más para acompañarlo con medidas eficaces en materia de racionalización de horarios".

Para los que abogan por la racionalización de los horarios en España, las jornadas laborales siguen siendo "maratonianas", lo que hace que se salga de trabajar a horas "intempestivas" y se practique más "la cultura de la presencia que la de la eficiencia", lo que, en su opinión, "no ayudará a salir de la crisis".

Buqueras y su comisión apuestan por fomentar lo que ellos llaman "la regla de los tres ochos": ocho horas de trabajo, ocho de descanso y otras ocho para el ocio.

Insisten en la importancia de dedicar más tiempo al sueño, ya que, aseguran, en España se duermen de media 53 minutos menos que en el resto de los países europeos; por mantener unos hábitos de vida ordenados, y por invertir menos tiempo en el trabajo y más en el ocio.