De la Nuez explicó que fue contratada por un periodo de seis meses por Elorriaga en 2008 y dijo que la creación de la citada fundación “no tenía ni tiene sentido”

Indicó que “me encargaron que funcionara (la fundación) de manera más profesional” y comentó que se hacían proyectos que “difícilmente hubiesen salido” en cualquier departamento de la Administración regional.

Asimismo, aseguró que “no había procedimientos claros de control y seguimientos” de lo que se hacía y que “no había capacidad de ejecución ni técnicos” para ejecutar y controlar los proyectos.

La abogada insistió en señalar que había bastante descontrol y citó entre los “variopintos” proyectos uno consistente en reparar el órgano de una iglesia de una localidad madrileña.

Tras explicar que dejaron de contar con ella cuando Elorriaga fue cesada, añadió que esto sucedió porque “no interesaba tener una actuación más profesional y un mayor control de lo que se hacía en la fundación”.

Señaló a la directora general de la citada fundación, Carmen Plata, como persona con la que no tenía buena relación y afirmó que “me veía como una espía”, ya que propuso limitar a 12.000 euros la capacidad de decidir económicamente.

Antes la directora de la fundación podía decidir proyectos de hasta 150.000 euro, dijo la abogada, quien reiteró que en la Fundación Arpegio “no había seguimiento de lo que se hacía y tampoco había nadie” para desarrollar y hacer seguimiento de proyectos.