En un comunicado, la agencia explica que la calificación de la compañía se basa en el desarrollo orgánico de su negocio, lo que excluye el impacto de cualquier actividad de fusión o adquisición.

Sin embargo, Fitch añade que la venta de la filial británica hubiera supuesto una mejora de la flexibilidad financiera de Telefónica y habría sido un “gran paso” hacia el objetivo de apalancamiento de la compañía.

En este sentido, apunta que las operaciones domésticas de la compañía en España y las sinergias de las adquisiciones en Alemania y Brasil “avanzan positivamente”, aunque se mantiene la “debilidad” en Latinoamérica debido a la devaluación de las divisas combinado con el crecimiento de las inversiones en redes, lo que “restringe las posibilidades de desapalancamiento de la compañía en el corto plazo” de forma orgánica.

Sin embargo, añade que Telefónica tiene “numerosas opciones” para reducir el apalancamiento de forma inorgánica, como con la salida a bolsa de su filial de infraestructuras Telxius.