Además, la recuperación de las operaciones en el Golfo continúa, aun cuando hay señales de que varias de las refinerías que siguen cerradas (entre ellas Chalmette de ExxonMobil y Pdvsa) estarán inoperativas por varios meses.

Por su parte, Shell se encuentra recuperando su producción de crudo en la región que había sido interrumpida por Katrina (actualmente promedia 160.000 barriles diarios, frente a los 450.000 considerados normales), pero la extracción permanecerá en niveles bajos en los próximos meses.

De esta forma, los principales oleoductos, incluyendo el Colonial y el Plantation, están distribuyendo hidrocarburos casi al tope de su capacidad, y aún en espera que la refinería de Chalmette, que en un 50% pertenece a Pdvsa, continúa cerrada mientras la operadora Chevron Texaco completa las labores de estimación de daños y evaluación de los equipos e instalaciones.

Hasta principios de esta semana la petrolera estadounidense se concentraba en ubicar a los trabajadores de esa planta, pero unos 40 de ellos no habían podido ser localizados, según informaron diarios del país norteamericano.

SIN MANO DE OBRA

La insuficiencia de mano de obra especializada es uno de los mayores inconvenientes que enfrentan a varias refinerías de Luisiana y Misisipí en territorio estadounidense, así como la carencia de servicio eléctrico y agua.

Además de Chalmette, las refinerías de Pascagoula (Chevron Texaco), Belle Chasse (Conoco Phillips) y Meraux (Murphy Oil) se encuentran inoperativas y se estima que demorarán al menos tres meses en reiniciar labores, mientras que Norco (Motiva Enterprises) espera poder arrancar sus unidades en los próximos días.

Las plantas de Norco (Valero), Convent (Motiva Enterprises) y Whiting (BP) están operando, pero con volúmenes reducidos de extracciones de crudo.