Correa se llegó a jactar de lo acertado de este mecanismo y de la progresión que tuvieron estas nuevas amistades dentro del partido. “El chiquito que estaba en Nuevas Generaciones pues al final llegó a alcalde, el que estaba no sé que, fue a Europa, y el otro se casó con la hija del presidente”, señala Correa, en este último caso en referencia a Alejandro Agag, yerno de José María Aznar.

Según explicó en su declaración como imputado ante el juez Antonio Pedreira, que tuvo lugar el 30 de abril de 2009, todos estos contactos los obtuvo gracias a que el PP, a partir del año 1993, comenzó a contratar a las empresas de la trama corrupta para organizar sus mítines electorales.

En estos actos, Correa aprovechaba para conocer e intimar con las bases del partido y con “la gente joven que era de Nuevas Generaciones”. “Los empecé a conocer a casi todos, e iniciamos una amistad con muchos de ellos, que luego fueron alcaldes y otros fueron ministros”, señala el principal imputado del caso.

Este sistema permitió que las empresas de Correa dieran el salto y comenzaran a organizar actos no sólo para el PP nacional si no también para otras organizaciones del partido así como para varias alcaldías controladas por los populares.

Además de casos ya conocidos como el de los ayuntamientos madrileños de Pozuelo, Boadilla del Monte, Arganda del Rey y Majadahonda –cuyos ex alcaldes se encuentra todos imputados-, Correa reveló en su declaración ante Pedreira que también pudo ampliar su red de influencias a consistorios como el de Vitoria, Logroño, Alcalá de Henares o Las Rozas.