Según explicaron este viernes en rueda de prensa el CNPT y los citados sindicatos, tienen la sensación de que "hay una relativa parálisis" en la modificación legal de la norma del tabaco, pese a que la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, ha dicho en varias ocasiones que estará lista para empezar su tramitación en junio.

Pero el comité anti-tabaquismo, CCOO y UGT temen que "se busquen resquicios" para paralizar la tramitación de la reforma, de manera que "entre en vía muerta" y no sea una realidad esta legislatura.

Así lo explicó a los medios de comunicación Pedro Linares, secretario confederal de Salud Laboral de Comisiones Obreras, quien subrayó que la crisis no debe ponerse como excusa para no modificar la ley del tabaco, porque la ampliación legislativa "si tiene algún coste económico, será de ajuste", es decir, durante un tiempo limitado.

Desde esta perspectiva, Linares no ve "admisible" que las patronales esgriman argumentos económicos en tiempos de crissis.

SIN "RESQUICIOS"

En su opinión, la modificación de la actual ley del tabaco ha de desembocar en una legislación "homogénea, concreta y que evite resquicios interpretativos" a comunidades autónomas y autoridades.

Además, continuó, el nuevo texto debe ser "más ambicioso" que el actual y rebajar el consumo de tabaco en la sociedad mediante medidas de prevención y deshabituación.

Fumar, recordó María de los Ángeles Planchuelo, presidenta del CNPT, es malo para el que tiene el cigarrillo y para el que lo soporta, ya que sólo 30 minutos de exposición al humo del tabaco incrementa en un 30% las posibilidades de sufrir un infarto.

Por eso, subrayó Planchuelo, es tan importante que se prohíba ya fumar en todos los lugares públicos cerrados, de manera que los empleados de la hostelería, unos 1,4 millones, dejen de estar expuestos en su lugar de trabajo a las más de 4.000 sustancias tóxicas del humo del tabaco, 64 de ellas cancerígenas.

Por su parte, la secretaria confederal de Salud Laboral de UGT, Marisa Rufino, dijo al Gobierno que hasta que se materialice la modificación de la ley, que ha de ser "urgente", debe "vigilarse" la salud de los trabajadores de la hostelería, donde entre 800.000 y un millón están expuestos al humo del tabaco actualmente.

Por último, Rufino demandó al Ejecutivo que impulse un estudio para ver cómo va a quedar la situación del sector del cultivo de tabaco cuando se modifique la ley.