El sindicato considera que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) es una ley “retrógrada, centralista y adoctrinadora, que deja patente que la educación ha dejado de ser una prioridad para el Partido Popular y ha pasado a ser un instrumento destinado a canalizar y afianzar su ideología ultraconservadora”.

Se trata de una ley que, a juicio de UGT, “se ha elaborado sin consenso político ni social y sin negociación con la comunidad educativa”, dando lugar a “un modelo educativo elitista” que “promueve un sistema de reválidas con efectos punitivos hacia el alumnado, generando a la vez una total desconfianza hacia el profesorado”.

Por ello, el sindicato propone una nueva ley educativa que “ha de asentarse en un pacto social y político para contar con la estabilidad necesaria” y poner fin a los “problemas más graves del sistema educativo español”, como “el fracaso escolar, el abandono temprano del sistema educativo y la reproducción por el sistema de la desigualdad de oportunidades”.

En este sentido, añade que “es necesario incrementar los medios destinados al sistema educativo, revirtiendo los recortes realizados, y garantizar la financiación pública, mediante acuerdos entre Gobierno y las comunidades autónomas”.

Por último, UGT hace hincapié en que “hay que potenciar la escuela pública” e “impulsar, reforzar y reconocer la Formación Profesional, incrementando sus recursos y aumentando su vinculación con las nuevas profesiones derivadas del nuevo modelo productivo al que debe dirigirse la economía española”.