Ocho de cada diez productos alimenticios tienen etiquetas incompletas o confusas

MADRID
SERVIMEDIA

La Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu) denunció este martes deficiencias e irregularidades en el etiquetado de los productos de alimentación, que afecta, en mayor o menor grado, al 80% de los mismos.

Esta organización ha analizado minuciosamente 60 etiquetas de alimentos muy cotidianos en la cesta de la compra de los españoles. De su análisis se desprende que las etiquetas son muy poco útiles para llegar a saber las características de los alimentos. El informe también denuncia incumplimientos de la normativa, como el empleo de letras "invisibles" o la incorrecta indicación de datos obligatorios.

De hecho, en el 80% de los productos, la información obligatoria se relega a las partes menos visibles del envase. Mientras, el frontal se reserva para informaciones "voluntarias intranscendentes, confusas y, en algún caso, engañosas", como "al punto justo de sal", "sin grasas hidrogenadas", "sin conservantes sin colorantes", "toma sopa vive sano" o "es un alimento libre de grasas, colesterol y sodio" (en un zumo).

Según Ceaccu, la denominación del producto "se camufla, se presenta incompleta o, directamente, se esconde". Una deficiencia detectada en preparados lácteos, bebidas refrescantes, néctares y "snacks". En otras ocasiones, la denominación se adorna con calificativos poco verificables (como "mahonesa casera").

Además, en nueve productos (o en un 62% de los productos analizados) la información obligatoria (que no la voluntaria) resulta ilegible o muy difícil de leer a causa del tamaño de la letra.

En otros casos, el etiquetado destaca un ingrediente, pero no se indica, tal como es obligado, en qué cantidad está incluido. Es una irregularidad que se ha detectado, por ejemplo, en las "patatas fritas con aceite de oliva" o en los "sobaos con yogur".

CADUCIDAD Y NUTRICIÓN

Según este estudio, el marcado de fechas es "muy mejorable" en el 30% de los productos analizados. Además, no existe un formato común: frente a las indicaciones más claras (tintado nítido, contraste con el fondo, claridad del mensaje, en otros casos la fecha se presenta punteada, o sin contraste, o muy pegada al número de lote y con los dígitos sin diferenciar, obstaculizando la comprensión

Por lo que toca a la información nutricional, Ceaccu destaca carencias en lo relativo a las raciones (en productos como cereales, aperitivos, mayonesa o platos preparados, las raciones no se corresponden con las pautas previsibles de consumo o, incluso, promovidas desde el propio envase); la presencia de sal (el 97% de los productos analizados que informan de la cantidad de sal lo hacen a través del sodio; asimismo, uno de cada tres productos que contenían sal no informan ni de esta ni del sodio) y de azúcares (se presentan incluidos en los hidratos de carbono en productos con un elevado porcentaje de los mismos, dificultando una adecuada elección); lo mismo sucede con la información relativa al colestero, y grasas "trans".

Junto a estas carencias o deficiencias, el etiquetado de los alimentos analizados emplea otras estrategias que incrementan la confusión: sobreabundancia de información, empleo de términos ambiguos (las "características" pasan a ser "propiedades"), la inclusión de iconos y gráficos, las promociones (dirigidas en el 96% de los casos al público infantil) y las alusiones al deporte y a la actividad física que resultan especialmente chocantes en productos muy calóricos y/o con bastante sal, azúcares o grasas.

La generalización de estas prácticas, hacen que se incremente el tiempo que se requiere para la adecuada elección de un alimento envasado: Ceaccu estima que el consumidor no puede dedicar menos de ocho-diez minutos para la adecuada lectura y comprensión de la información que contienen las etiquetas de los alimentos. Esta cantidad de tiempo contrasta con la que realmente se emplea: menos de un minuto.

Por último, Ceaccu concluye en la necesidad de reformas normativas en cuanto a: fijación de un tamaño de letra estándar, obligatoriedad de indicar la denominación del productos junto a la marca, establecimiento de raciones que coincidan con las pautas de consumo previsibles o promocionadas, fijación de un sistema único de marcado de fechas, presentación de la información obligatoria en los productos con doble envase y regulación de las condiciones que debe cumplir la información voluntaria.

(SERVIMEDIA)
13 Abr 2010
CCB/lmb