Autismo España alerta del futuro incierto de 2.500 personas que comienzan a envejecer

MADRID
SERVIMEDIA

Alrededor de 2.500 personas, de las cerca de 450.000 diagnosticadas de autismo en España, están en la etapa del envejecimiento, por lo que Autismo España alertó este jueves del futuro incierto que les espera a largo plazo, ya que los problemas de salud, la falta de prestaciones por jubilación o la desaparición de sus progenitores son algunos de los problemas recogidos en el estudio Insetea.

Los resultados del informe Insetea (Investigación Social sobre el Envejecimiento de las personas con Trastorno del Espectro del Autismo) han llevado a Autismo España a alertar a todos las entidades y profesionales implicados en los Trastornos del Espectro Autista (TEA), así como a la Administración, sobre la necesidad de abordar de manera urgente las actuaciones necesarias para garantizar el derecho a un envejecimiento activo de estas personas.

La responsable de asesoramiento técnico de esta asociación, Ruth Vidriales, afirmó a Servimedia que “no hay información sobre el impacto del envejecimiento en la población con TEA que fue descrito en los años 40. Por ello, los primeros diagnosticados comienzan a envejecer y no se sabe cómo les afectará las enfermedades típicas de la edad o los problemas de memoria”.

“A todo ello hay que añadir que muchas de estas personas no han trabajado y no tendrán jubilación. Además, su situación emocional se agravará con la desaparición de sus progenitores y su problemática para relacionarse con los demás”, añadió.

CALIDAD DE VIDA

Durante la presentación del estudio, que ha contado con la financiación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad en funciones, Susana Camarero, destacó el momento en darlo a conocer, ya que el próximo sábado se celebra el Día Internacional de las Personas de Edad.

“Es fundamental que estas personas tengan una buena calidad de vida y que cuando lleguen a la vejez lo hagan en las mejores condiciones. Por ello, estamos trabajando para conseguirlo con recursos y atenciones asistenciales que necesita cualquier persona que envejece”.

En este sentido también se expresó Pilar Villarino, del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), quien subrayó que “el envejecimiento es un proceso evolutivo muy ligado a la discapacidad, ya que ocasiona dificultades añadidas para la autonomía personal. Por ello, es preciso atender las necesidades de estas personas con TEA y que las políticas sociales tengan en cuenta la necesidad de apoyarlos para favorecer esta autonomía”.

Según este estudio, entre las medidas que deberían adoptarse de forma urgente destacan la confirmación del diagnóstico de este trastorno de forma precoz, integrar los conocimientos de la TEA en la gerontología, desarrollar sistemas de apoyo y servicios especializados que aseguren la igualdad de oportunidades y promover la formación de profesionales en el autismo.

(SERVIMEDIA)
29 Sep 2016
ABG/gja