urante los demás meses del año, el número de personas que duermen en la calle o en pasadizos se aproxima a 600, pero en julio y agosto los agentes municipales han observado un ligero aumento de personas que no acuden a los albergues públicos, "animadas" sin duda por las altas temperaturas.

A pesar del éxodo vacacional, la ciudad continúa prestando a la población marginal los servicios humanitarios habituales de todo el año. "Nuestros servicios de verano prácticamente son los mismos que durante todo elaño", declaró a Servimedia Ana María García Armendáriz, concejala de Servicios Sociales y Comunitarios.

"Nadie que haya pedido una ayuda de urgencia, lo mismo para internamiento en un centro sanitario que para otra cosa, ha dejado de estar atendido", señaló García Armendáriz.

La "benignidad" del clima propicia que por estas fechas el albergue de acogida de San Isidro, con 260 plazas, todavía cuente con alguna libre.

"Lo que sí se ha notado", indicó la concejala, "es un aumento de la gente qu duerme en la calle, pero no se la puede llevar coactivamente al albergue".

La Comunidad de Madrid, a través del ayuntamiento, también continúa dando ayuda a domicilio en verano, un servicio de atención directa a necesidades primarias, como lavandería, comida, etc.

El colectivo más beneficiado por la ayuda a domicilio son los ancianos, cerca de 4.600 personas.

Después, reciben ayuda a domicilio familias con necesidades urgentes, que suman 150 personas; 45 mujeres, solas o con cargas familiars no compartidas, y otros casos, generalmente personas con alguna minusvalía, que representan 251 beneficiarios más.

García Armendáriz, que sigue diariamente las incidencias de los distintos servicios de su concejalía, insistió en que nadie que precise auxilio de cualquier tipo será privado de él. "Hoy mismo he estado en contacto con el teléfono de urgencias y todas las salidas requeridas se han visto atendidas", aseguró.