Desarticulan la rama española de una organización internacional dedicada al blanqueo de dinero

MADRID
SERVIMEDIA

Las policías de España y Francia, con el apoyo de Europol, han desarticulado la rama española de una organización internacional especializada en blanqueo de dinero procedente de transacciones fraudulentas que desde 2014 había defraudado más de 5,4 millones de euros a través de empresas ficticias creadas en España que afectaron a miles de víctimas, la mayoría procedentes de EEUU.

Según informó la Policía, la investigación fue “extremadamente compleja” debido a las dificultades del rastreo de los fondos defraudados que circulaban a través del amplio circuito de empresas fantasma diseñado por los arrestados. Durante la operación se ha detenido a cinco personas en Zaragoza y A Coruña y se han llevado a cabo cuatro registros en la capital maña en los que se intervino abundante documentación y dispositivos informáticos y bloqueado más de veinte cuentas bancarias.

La investigación comenzó tras la denuncia de una entidad bancaria que alertaba sobre diversas transacciones fraudulentas realizadas durante el segundo semestre de 2014. En todos los casos, se había utilizado la información de tarjetas de crédito o débito de clientes de dicha entidad para efectuar cargos a través de una pasarela de pago de una supuesta empresa radicada en A Coruña.

La primera fase de la investigación concluyó cuando los investigadores descubrieron que tras las transacciones se encontraba una organización criminal internacional compuesta por, al menos, veinte miembros asentados en España, Francia, EEUU, Costa Rica, República Dominicana y Panamá.

Los radicados en Costa Rica se encargaban de obtener los datos de las tarjetas bancarias, atacando los sistemas de seguridad de comercios electrónicos o comprando dichos datos a terceros. Por su parte, los asentados en España, tras recibir instrucciones de los miembros de Costa Rica, se encargaban de la creación de sociedades y la contratación de Terminales de Punto de Ventas (TPVs).

Posteriormente, el dinero obtenido a través de las TPVs era transferido a diversas sociedades creadas por otros miembros de la organización criminal. Además, para dificultar el seguimiento de los movimientos y una posible investigación, el dinero circulaba de una sociedad a otra.

Los investigadores averiguaron que un ciudadano español, residente en Costa Rica, era el principal responsable de la organización criminal. Este contaba con el apoyo en España de varias personas, residentes en la provincia de Zaragoza, que le facilitaban la infraestructura necesaria para llevar a cabo los fraudes. En un escalón inferior de la organización se encontraban dos mujeres, con domicilio en A Coruña, responsables de la principal empresa ficticia creada por la trama en España.

(SERVIMEDIA)
13 Dic 2016
MST/gja