Chan hizo repaso de los “problemas clave de salud” que tuvieron lugar en 2016, como por ejemplo “la escasez de vacunas en África, el daño a la salud de los jóvenes por desigualdades sociales y de género, el aumento de las muertes en Europa vinculado al consumo de alcohol”, así como “las consecuencias masivas para la salud del aire contaminado”.

La directora general de la OMS aseguró que estas alertas estimulan la investigación y fomentan la acción y señaló que, trabajando con múltiples socios a través de varios canales, ayudó a reducir el precio del tratamiento para la hepatitis C y señaló que el virus zika fue declarado emergencia de salud pública de interés internacional y que el mundo aprendió que está aquí para quedarse.

Asimismo, Chan hizo hincapié en la respuesta que realizó ante las “numerosas emergencias causadas por desastres naturales, conflictos armados en el Oriente Medio y las grandes crisis humanitarias en Sudán del Sur y Nigeria”.

Por último, celebró que fue un año “especialmente bueno para el control del tabaco” y afirmó que “cada vez más países están eliminando la filariasis linfática, el tracoma cegador, la leishmaniasis visceral, la esquistosomiasis y otras enfermedades tropicales desatendidas y la transmisión de madre a hijo del VIH y sífilis”.