Contaminación. Un experto del CSIC achaca la alerta en Madrid al exceso de vehículos diésel y "al fraude" del sector

- Hay que restringir el tráfico "en defensa de la salud pública"

MADRID
SERVIMEDIA

El experto del Instituto de diagnóstico ambiental y estudios del agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Xavier Terol vinculó este miércoles el pico de contaminación que sufre Madrid con el exceso de vehículos diésel, la inacción política y, por supuesto, la situación de anticiclón sobre la ciudad.

En declaraciones a Servimedia, Terol señaló que la excesiva concentración de dióxido de nitrógeno causante de la boina sobre Madrid y de las restricciones del tráfico se debe “en primer lugar al exceso de vehículos, sobre todo al de turismos diésel”, que son los que emiten este tipo de contaminantes.

Por tanto, restricciones como que a partir de mañana solo puedan circular los vehículos con matrícula impar “son medidas necesarias, de defensa de la salud pública”.

Terol indicó que en Madrid hay 1,4 millones de turismos, mientras que Barcelona (la segunda ciudad de España) solo tiene 560.000.

Además, el 65% del parque móvil de España se corresponde con vehículos diésel, una tasa que muy por encima de la media de la UE. Según denunció, a ello hay que agregar ‘el fraude del diésel’ por el que muchos coches modernos mantiene niveles altos de contaminación, y “la inacción política” de los distintos Gobiernos, que “no han hecho nada ni por limitar el tráfico rodado en el centro de las ciudades, ni por regular el sector”.

Más allá de Berlín y de capitales nórdicas, ciudades como Milán, Lisboa o Turín “llevan muchos años regulando el tráfico”, subrayó.

Según Terol, mientras que los gobiernos han regulado las emisiones en la industria eléctrica y gran parte de la flota municipal se ha sustituido por vehículos de gas natural o híbridos, “nadie ha querido meterse con el sector del automóvil”.

INMERSIÓN TÉRMICA

El experto explicó que la razón de esta boina de contaminación sobre la capital de España se debe al hecho de que la ciudad está rodeada de varias sierras y “a la inmersión térmica” que causa la presencia prolongada de un anticiclón.

A partir de las siete de la tarde, las capas superiores de la atmósfera se enfrían e impiden que el aire caliente y muy contaminado que se halla sobre la ciudad “pueda escapar”.

Por eso, hasta que no lleguen vientos fuertes o se produzca una situación de inestabilidad atmosférica, la boina de contaminación continuará, y “es preciso adoptar medidas para combatirla”.

La ley española prohíbe sobrepasar más de 18 horas al año los 200 microgramos de dióxido de nitrógeno por hectómetro cúbico de aire, y solo en la estación de Fernández Ladrera ya se ha superado 44 veces este valor.

Madrid es la única ciudad de España que incumple este límite, aunque las recomendaciones (más estrictas) de la OMS) se superan también en Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia, Granada y Córdoba.

(SERVIMEDIA)
28 Dic 2016
AGQ/pai