La entidad informó en un comunicado que los ataques terroristas representan una amenaza global que afecta a todos los ciudadanos del mundo que creen en la libertad, el respeto, la convivencia entre religiones y los derechos humanos. Por ello, repudió estos hechos "de manera tajante allí donde se produzcan".

La Junta Islámica condenó la violencia en cualquier país donde se sufra y subrayó que "todos somos víctimas de la barbarie terrorista". El 90% de las víctimas del terrorismo son musulmanas abatidas por atentados casi diarios en sus países.

Exigió el final de la violencia "para evitar el sufrimiento de muchos seres humanos, el temor de millones de personas en todo el mundo, los daños físicos, sicológicos y morales, el fomento de la islamofobia y la xenofobia y el mensaje político que ocultan los atentados que retroalimentan los discursos populistas de extrema derecha en Europa".

Asimismo, se solidarizó con los ciudadanos de Reino Unido, en general, y de Londres en particular, en estos "duros momentos", y de todas las ciudades del mundo que sufran el azote del terrorismo.