Unicef alerta de que se duplican el hambre y las enfermedades en niños de Somalia
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El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó este jueves de que se han duplicado los casos de niños con desnutricición severa aguda y cólera o diarrea acuosa aguda en Somalia, una combinación que causó la muerte a muchos menores en la hambruna de 2011.
Esta agencia de la ONU indicó que más de 35.400 niños con desnutrición severa aguda recibieron tratamiento con alimentos terapéuticos en enero y febrero de este año en cientos de centros de nutrición de todo el país, un 58% más que en el mismo periodo de 2016.
Según datos actualizados a fecha del pasado martes, desde principios de 2017 se han registrado más de 18.400 casos de cólera y diarrea acuosa aguda, la mayoría en niños pequeños, cifra que supera los 15.600 casos registrados en todo el año pasado.
“Estos datos son una llamada de atención”, señaló Leila Pakkala, directora regional de Unicef para África Oriental y Meridional, tras hablar con familias desplazadas y pacientes de un tratamiento contra el cólera en Baidoa (Somalia).
Pakkala indicó que “los niños están muriendo por desnutrición, hambre, sed y enfermedades”. “Unos 130.000 niños murieron durante la hambruna de 2011, la mitad de ellos antes de que se declarara oficialmente. Estamos trabajando a contrarreloj con nuestros aliados para garantizar que esto no ocurra de nuevo”, añadió.
Unicef precisó que no hay un número exacto de niños que han muerto por el hambre o la desnutrición, en parte porque muchos sucumben a las enfermedades e infecciones, pero agregó que los menores con desnutrición severa aguda tienen nueve veces más probabilidades de morir por una enfermedad que los que están bien alimentados. Durante la hambruna de 2011, el sarampión y la diarrea fueron las principales causas de las muertes.
FALTA DE FONDOS
Seis años después de la declaración de hambruna en el sur y centro de Somalia, este país está nuevamente al borde de la catástrofe. Esta vez la sequía es más generalizada y afecta a Somalilandia, Puntlandia y zonas de pastoreo de Somalia, así como al sur y centro del país. El número de personas en riesgo inminente es superior y los niños están entre los más afectados.
Unicef advirtió el pasado mes de febrero de que 944.000 niños sufrirían desnutrición aguda en 2017, incluyendo a los 185.000 con desnutrición aguda grave que necesitan apoyo vital y urgente. Esta cifra podría dispararse, incluso aunque la temporada de lluvias de abril llegara a tiempo y fuera completa.
Esta agencia de la ONU y sus aliados han garantizado el suministro de ayuda hasta junio y están llevando a cabo un gran plan ampliado. Unicef también trabaja para aumentar los servicios de nutrición, agua, saneamiento y salud (tanto los móviles como los que se llevan a cabo en instalaciones fijas).Aademás, en las zonas más afectadas tiene equipos trabajando con las autoridades locales, las comunidades y otros aliados para tratar y prevenir la desnutrición, el cólera y la diarrea.
El llamamiento de fondos de Unicef Somalia para este año ha aumentado de 66 millones de dólares (61,4 millones de euros) a 147 millones (136,8 millones de euros). El déficit de fondos era del 54% a mediados de este mes de marzo.
“En 2011, la financiación llegó tras la declaración oficial de hambruna en julio. Este año muchos donantes se han adelantado, pero lo peor podría estar por venir. Tenemos una pequeña oportunidad para evitar una pérdida masiva de vidas”, concluyó Pakkala.
(SERVIMEDIA)
30 Mar 2017
MGR/caa