"Nosotros hemos cumplido con nuestro deber", subrayó Ares, "que es no autorizar las manifestaciones convocadas que, tras comprobar los datos de que disponemos, pensemos que no se ajusten a la legalidad, y adoptar los medios necesarios para evitar que se celebren". El consejero vasco de Interior puntualizó que, en este caso, además, la prohibición no ha venido únicamente del Gobierno vasco sino que "ha habido una decisión del juez Garzón en este mismo sentido".

Rodolfo Ares rehusó pronunciarse acerca de si el comportamiento de la Ertzaintza ayer fue distinto al que mostraba bajo los gobiernos del PNV. "No quiero hacer ninguna referencia a lo que se hacía en el pasado", afirmó, absteniéndose de reproche alguno e incluso recordando expresamente que "también en el pasado se prohibieron manifestaciones".

"En todo caso", prosiguió, cambiando de tema, "mi obligación es velar porque se cumpla la ley y porque los violentos y la gente del entorno de ETA no campen a sus anchas por las calles".

Tampoco se pronunció acerca de la posibilidad de impedir el mecanismo de convocatoria, desconvocatoria y realización final de las manifestaciones que están empleando los radicales independentistas para dar publicidad al evento y rehuir responsabilidades penales. "Tenemos una ley que hay que cumplir y yo me limito a ello", comentar.