Así consta en una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a 4.122 residentes en España con edades comprendidas entre 25 y 79 años con el objetivo de valorar la solvencia financiera de los hogares y su capacidad para afrontar los gastos domésticos en vivienda, movilidad, alimentación, salud, educación y ocio.

La muestra pone de manifiesto que el 73% de las familias españolas tuvo dificultades para ahorrar en 2022, frente al 66% en 2021 y el 60% en 2020. A su vez, el 11% de los hogares pasó graves dificultades para llegar a final de mes frente al 6% de 2020.

A pesar de ello, las dificultades económicas no afectaron por igual a todas las comunidades autónomas, como lo atestigua que los territorios que presentan los datos más preocupantes en materia de ahorro sean los cinco siguientes: Andalucía (81%), Canarias (80%), Galicia (78%), Baleares (78%) y Castilla-La Mancha (75%).

El índice de solvencia familiar elaborado por OCU, que mide la capacidad de las familias para afrontar los gastos del hogar ponderados según su relevancia sobre el conjunto de su economía doméstica, ha descendido en todas las comunidades, salvo en el País Vasco, Región de Murcia, Asturias y Canarias.

Por su parte, el 53% de los encuestados reconoció que les resulta especialmente difícil afrontar el pago de la factura de la luz, el gas y el agua; al 48% le pasa lo mismo con la compra de la carne y el pescado; al 42% con la de frutas y verduras; al 40% con la del pan, la pasta, el arroz, el aceite y los lácteos; y al 49% con la visita al dentista.

Ante esta situación, la OCU reclamó incrementar las ayudas directas a los consumidores vulnerables, especialmente en hogares con niños y padres en situación de desempleo. También conminó a automatizar estos apoyos mediante la creación de un registro de familias vulnerables.