Ampliación

Cataluña. Un millón de personas plantan cara a Puigdemont y defienden la unidad de España

- Las calles de Barcelona se abarrotan con banderas de España, de Cataluña y de la Unión Europea una semana después del 1-O

BARCELONA
SERVIMEDIA

Más de un millón de personas, según Societat Civil Catalana, se manifestaron este domingo en Barcelona en contra de la independencia de Cataluña que proclama el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y defendieron la unidad de España abogando por la paz y la convivencia pacífica.

Banderas de España, de Cataluña y de la Unión Europa. Esta es la imagen que tiñó esta jornada en la que miles de personas salieron a la calle para enfrentarse al desafío independentista del Govern. Fueron “más de un millón”, según Societat Civil Catalana, la organizadora de esta manifestación que, sin embargo, la Guardia Urbana del Ayuntamiento de Barcelona redujo a 350.000 personas.

Desde primera hora de la mañana, personas venidas de muchos puntos de Cataluña y de España llenaban con estas banderas los trenes de larga distancia, provocando incluso el desespero entre aquellos para los que hoy era una jornada laboral y no de reivindicación.

La concentración, que partía muy cerca de la Plaza Cataluña, invadió toda esta ubicación, donde el Partido Popular ofreció declaraciones, y en las que la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, llamó a la calma de todos para decirles que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no iba a dejar “abandonado” a nadie y que actuaría ante la ilegalidad demostrada la Generalitat.

Unos metros más alejados, al inicio de la marcha, que debía partir de la Plaza Urquinaona, estaba Ciudadanos, el otro partido que también amparó esta manifestación. Su presidente, Albert Rivera, no dudó en trasladarle al Gobierno su deseo de que aplique el artículo 155 de la Constitución para que se celebren elecciones autonómicas en Cataluña y exista así un gobierno alternativo al de Carles Puigdemont.

Todos los manifestantes portaban pancartas en favor de la unidad de España, que para algunos precisamente pasa por la aplicación de este articulado de la Carta Magna. "I love 155", se podía leer en un pequeño cartel hecho de cartón cuyos colores rondaban entre el negro, el rojo y el amarillo.

Otros escritos, no obstante, apelaban a cuestiones más sentimentales, como la "Paz" y la "Convivencia", palabras que podían leerse entre un público más veterano.

Pero no todo quedó en mensajes de este tipo. Otros más contundentes fueron dirigidos contra del presidente de la Generalitat, como "Puigdemont, dimisión" o su variante "Puigdemont, a prisión".

MENSAJES DE APOYO A LA POLICÍA

Sin embargo, en muchos rincones de esta manifestación, los congregantes se dirigían en distintos momentos a la Policía, llegándoles incluso a estrechar la mano agradeciéndoles que, por ejemplo, requisaran urnas en el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre. Gritos de "No estáis solos" o "Esta es nuestra Policía" invadieron las calles del centro de Barcelona durante buena parte del día.

Quien no pudo esquivar acusaciones en esta concentración fue el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, llamado a declarar en la Audiencia Nacional el pasado viernes y a quien los manifestantes le gritaron "Trapero, traidor, esta es tu nación".

Precisamente, las céntricas calles de la Ciudad Condal presenciaron varios momentos en los que los manifestantes se dirigían hacia los furgones de los Mossos para proferirles insultos, como un momento en la Vía Layetana una vez finalizada la manifestación, cuando dos decenas de personas ataviadas con la bandera de España se dirigieron hacia los Mossos provocando que su furgoneta tuviera que dar marcha atrás, evitando así incidentes en una jornada calificada por todos de reivindicativa pero pacífica.

HORAS DE MANIFESTACIÓN REIVINDICATIVA

Esta manifestación de aproximadamente cinco horas de vivencia, aunque algunas de las principales vías del centro de la ciudad permanecen todavía cortadas al tráfico horas después por la gran cantidad de congregantes, se saldó también con alguna que otra anécdota.

Es el caso del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que a primera hora de esta mañana se encontraba en Barcelona después de que anoche participara en una entrevista en TV3. Iglesias se cruzó en la estación de Sants con muchas personas que en esos momentos llegaban para participar en esta manifestación y recibieron al líder de Podemos a gritos de ‘fuera’. Iglesias defiende un referéndum pactado y con garantías, y ve legítima, aunque no comparte hoja de ruta con la Generalitat, la “movilización” del pasado 1 de octubre.

UN BROCHE LITERARIO

Una semana después del referéndum ilegal, las calles de Barcelona fueron inundadas por banderas españolas, catalanas y de la Unión Europea. Una jornada, la de este 8 de octubre, que tuvo como broche final la lectura de un manifiesto por parte del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y el exministro socialista Josep Borrell.

El punto literario se lo puso el escritor peruano y español, que defendió la unidad de España en “esta mañana soleada del otoño catalán” y criticó las “conjeturas independentistas” de la Generalitat. Por su parte, Borrell lanzó un contundente mensaje a los empresarios catalanes, al preguntarles si no podrían haber dicho "antes" que se iban de Cataluña en caso de secesión, porque "si lo hubierais hecho, quizás esto no habría pasado".

También subió al escenario el exfiscal Carlos Jiménez Villarejo, que fue elegido eurodiputado de Podemos en las elecciones europeas de 2014, que dedicó su tiempo para defender a los jueces y fiscales que están aplicando el Estado de Derecho frente al desafío independentista. Además, advirtió a Puigdemont y al resto de dirigentes independentistas de que “vivir al margen de la ley tiene malas consecuencias” y reclamó a quienes se sienten catalanes y españoles a “permanecer fuertes y unidos”.

El ‘Visca Espanya’ y el ‘Visca Catalunya’ han sido las consignas que han ido de la mano en este día plantando cara así a la deriva secesionista de Puigdemont, que comparecerá el próximo martes en el Parlament para informar de la situación política catalana y ante la duda de que pueda declarar la independencia de Cataluña con los resultados del 1-O en la mano.

El himno español también se dejó escuchar en distintos puntos de la manifestación, ya fuera silbado o en un altavoz, y que una inadvertida Esperanza Aguirre escuchaba atentamente desde uno de los escalones de una estación muy próxima al fin de la marcha, en la Ciutadella. Al ser vista por algunos manifestantes, que le pedían fotos, la expresidenta del PP en la Comunidad de Madrid cambió su ubicación para perderse de nuevo entre la muchedumbre.

(SERVIMEDIA)
08 Oct 2017
LDS/pai