La encuesta, hecha pública este miércoles coincidiendo con la recta final de la Cumbre del Clima de Bonn (Alemania), que se clausurará este viernes, se realizó ‘online’ con una muestra de 2.506 personas.

El estudio indica que en torno al 75% de los españoles se confiesan convencidos de que el cambio climático está detrás de impactos como la sequía o incendios forestales más frecuentes o virulentos en España.

La mayoría de las personas encuestadas identifica como principales causas del cambio climático las emisiones industriales (73,5%), la deforestación (65,1%) y la combustión de combustibles fósiles (64,6%), en tanto que las emisiones del transporte ocupan el cuarto puesto (42,5%).

En cuanto a las energías, el 81,7% de los españoles asocia el petróleo con el cambio climático, por el 71,5% en el caso del carbón y en 55,3% en el gas natural, lo que revela que la ciudadanía es consciente de que la quema de combustibles fósiles es perjudicial para el medio ambiente y la salud.

Respecto a los principales responsables para actuar frente al cambio climático, un 35,1% apunta a la comunidad internacional; un 28,4% al Gobierno español y un 15,1% a la población. Sin embargo, un 36,9% no confía en el Ejecutivo para atajar el calentamiento global transformando el modelo energético, porcentaje que cae al 19,6% en el caso de la Comisión Europea y que aumenta hasta un 46,5% respecto a las empresas eléctricas.

Por otro lado, los españoles son bastante críticos consigo mismos y seis de cada 10 afirman que estarían dispuestos a adoptar medidas que contribuyan a mejorar el cambio climático, el 89,3% están dispuestos a reducir su consumo de energía en alguna medida.

Entre las acciones que los españoles harían para atajar el calentamiento global están usar bombillas de bajo consumo (74,6%), apagar las luces cuando no las utiliza (74,4%), usar lo menos posible el aire acondicionado (68,0%) y viajar en transporte público (60,3%).

La responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño, indicó desde Bonn que “el Gobierno de España debe marcar el camino para acelerar la transición energética hacia un modelo basado al completo en renovables, fomentando la nueva instalación de energías limpias, poniendo una fecha para el abandono de los combustibles fósiles y la energía nuclear, y permitiendo a la ciudadanía participar en la producción y la gestión de esa energía”.