Durante una rueda de prensa para presentar su propuesta de actividades en dichas fechas, Poveda criticó que el consistorio parece oponerse a la organización de actuaciones en la plaza de Vázquez de Mella (eje central de las fiestas), “pese a nuestros esfuerzos para reducir ruidos e impacto ambiental”.

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento aseguraron a Servimedia que “nos acabamos de sentar y aún estamos negociando, por lo que no hay nada acordado (ni aceptado ni rechazado)”.

Según Poveda, sabemos de la buena disposición de Gallardón y esperamos una respuesta positiva”, ya que si se impiden los conciertos y la colocación de barras en Vázquez de Mella “solo se conseguirá que esta plaza se convierta en un gran botellódromo, lo que aumentará la inseguridad del evento”.

PROPUESTA DE LA ORGANIZACIÓN

El coordinador de Madrid Orgullo y presidente de la Asociación de Empresarios y Profesionales para Gays y Lesbianas (Aegal), Juan Carlos Alonso, destacó en este sentido su esfuerzo “para minimizar ruidos y suciedad y para reducir el impacto en la movilidad del tráfico asociada a las fiestas”, que como primera medida se concentrarán del miércoles 30 de junio al domingo 4 de julio.

Los días anteriores se organizarán actividades culturales y el domingo solo tendrá lugar la clausura, explicó, y apuntó que se habilitarán nuevos espacios a lo largo de la Gran Vía “para distribuir el flujo de gente”.

“Hemos abierto el escenario de Plaza de España y otro en la plaza de los cines Luna”, pero en general la superficie que ocuparán las fiestas se reducirá un 70%, afirmó Alonso.

Además, prosiguió, las actuaciones en la plaza de Vázquez de Mella (la más grande del barrio) concluirán el viernes y el sábado a las dos de la mañana (en lugar de a las 02.30 horas), “y se optará por conciertos más reducidos”.

Asimismo se retrasarán las pruebas de sonido a partir de las seis de la tarde, se suprimirá un "gran número" de barras, se eliminará el escenario de la calle Libertad y se colocarán escenarios desmontables en la Calle Pelayo y en las demás plazas, de forma que las interrupciones de tráfico sean lo menos molestas posible.

A cambio, desde la organización trabajan para ampliar en dos horas el cierre de los bares del barrio el viernes y el sábado, “ya que es imposible que la gran afluencia de público quepa en los locales con licencia de sala de fiestas”.

El gerente del Colectivo LGTB de Madrid (Cogam), Raúl García, afirmó a su vez que las fiestas del Orgullo reciben 1.500.000 visitantes en 10 días, y que “pese a esta ingente cantidad las incidencias son mínimas, por no decir nulas”.

Por último, reiteró que en esta edición se adoptarán medidas para conseguir “un Orgullo más sostenible y seguro” y como ejemplo citó la nueva campaña de concienciación, “Orgullo, ejemplo de convivencia”.