Huelga general. Los ex ministros socialistas de Economía critican la convocatoria de huelga

- Afirman que sería “asombroso” y denuncian que busca “la foto de la huelga”

MADRID
SERVIMEDIA

Los ex ministros de Economía socialistas Miguel Boyer, Carlos Solchaga y Pedro Solbes, criticaron este lunes la convocatoria por parte de los sindicatos de una huelga general.

Los antiguos responsables económicos intervinieron este lunes en un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), donde consideraron “asombrosa” la convocatoria de huelga.

Así lo reflejó el más veterano de los tres, Boyer, quien consideró “inaudito” que las organizaciones sindicales convocaran este paro si con la reforma “se subsidia al trabajador, manteniéndole los 45 días de indemnización cuando la media alemana, por ejemplo, es 30 días”.

Por su parte, Solchaga, ministro de Economía durante ocho años desde mediados de 1985, denunció que la convocatoria está hecho “por anticipación”, ya que todavía no se conoce con certeza el contenido de la reforma.

Por esta razon, consideró que los sindicatos la convocan porque “no han tenido la foto del acuerdo”, y que, por esa razón, ahora buscan “la foto de la huelga”.

No obstante, añadió que, aunque la huelga “siempre es algo traumático”, no es más preocupante que el hecho de que algunos partidos parlamentarios (en referencia principalmente al PP) se nieguen a apoyar unas medidas “que habían dicho que eran las necesarias”.

El más comedido fue el predecesor de la actual ministra. Solbes recordó que los sindicatos “tienen el derecho” de convocar este tipo de movilizaciones, pero les advirtió de que en la actualidad existe “una gran hipersensibilidad” por lo que “cualquier decisión deberán de explicarla muy bien”.

Por otro lado, Boyer afirmó que la huelga celebrada entre los funcionarios no logró suscitar una gran respuesta entre los empleados públicos. “En el primer ensayo no ha habido mucho entusiasmo”, aseguró Boyer.

En este sentido, criticó que las organizaciones sindicales “tienen un electorado” y, porlo tanto, “tienen que hacer gestos continuamente”, por lo que considera que la convocatoria sería “un movimiento simbólico” ya que “no veo razón para una huelga con lo que ahora sabemos” sobre la reforma.

Asimismo, subrayó que, en comparación con los años en los que fue ministro (finales de 1982 hasta mediados de 1985), los sindicatos “han cambiado”, y ahora “es muy difícil dar un aplauso a lo que hace el Gobierno”.

CRÍTICAS A LA REFORMA

Los ex ministros también se refirieron a la propuesta de reforma laboral elaborada por el Gobierno y criticaron falta de profundidad en algunas medidas, como el abaratamiento del coste del despido.

El más claro en este sentido fue Solchaga, quien calificó de “un poco asombroso” el modelo propuesto por el Ejecutivo para reducir el coste del despido para las empresas.

El ex ministro ironizó sobre la paradoja de que el Ejecutivo plantee una “subvención” para despedir. Así, mostró su incredulidad por que el Gobierno plantee que, “a la vez de que da un subsidio para dar empleo, da otro para despedir”.

Asimismo, sobre la idea de crear fondos de capitalización del despido, se manifestó “preocupado” sobre su financiación. El ex ministro apuntó que si no van con cargo a los presupuestos y lo pagan los empleadores, lo que se estará haciendo es “repartir en todos los empresarios, la incompetencia de los peones”.

También se refirió a la necesidad de descentralizar la negociación colectiva para que cada empresa pueda firmar los convenios que más se relacionen con su situación.

Sin embargo, lamentó que de esta materia “se sabe poco” en el documento del Gobierno y criticó que no entiende por qué los sindicatos están en contra de tomar medidas en esta dirección.

Por último, defendió que el INEM se debe dedicar a “registrar a la gente y pagarles” las prestaciones por desempleo, pero no ha tenido éxito para “buscar a la gente un empleo”. En este caso, defendió que se debe dejar hacer este tipo de gestiones a las entidades privadas, “que están interesadas en buscar a la gente un empleo”.

Asimismo, instó al Ejecutivo a tener en cuenta que este es un momento “oportuno” para hacer una reforma laboral ya que “la gente entiende que pasa algo muy raro” y acepta medidas aunque “no le guste a la mayoría.

Por último, recordó al Gobierno que en este campo “más que en ninguno” es indispensable que “considere la credibilidad de sus acciones”, para evitar el riesgo de que los mercados o los analistas “crean que las medidas no son suficientes para resolver la situación”.

El único que no evaluó la propuesta de reforma del Ejecutivo fue Pedro Solbes, quien, preguntado por esta materia, contestó: “muchas gracias por la pregunta, porque no va a tener respuesta”.

(SERVIMEDIA)
14 Jun 2010
MFM/GFM/lmb