La norma aprobada permitirá computar como período cotizado el tiempo que este colectivo estuvo ejerciendo su ministerio en la Iglesia Católica cuando ésta no estaba integrada en la Seguridad Social. Así podrán completar el período mínimo de cotización de 15 años para tener derecho a una pensión contributiva de la Seguridad Social.

El Real Decreto afecta a los sacerdotes y religiosos mayores de 65 años que no tienen derecho a pensión de jubilación siempre y cuando se hayan secularizado ocesado de la profesión religiosa antes del 1 de enero de 1997.

Los sacerdotes secularizados antes del 1 de enero de 1978 quedarán integrados en el Régimen General, mientras que las personas que abandonaron la profesión religiosa con anterioridad al mes de enero de 1982 se integrarán en el Régimen de Autónomos.

El pago de las nuevas pensiones supondrá a la Seguridad Social este año un gasto estimado de 627 millones de pesetas. Los sacerdotes y religiosos secularizados que se encuentren en situacioes recogidas en el Real Decreto deberán solicitar el reconocimiento de pensión de jubilación en los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social.