En una conferencia que pronunció en el Campus de verano de la Fundación FAES, que preside José María Aznar, Fernández-Villaverde constató que “con una política fiscal de contención de gasto hubiésemos tenido en 2009 un déficit del 7 por ciento y ahora no estaríamos en el punto de mira de los mercados”. Además, manifestó sus dudas sobre la plena eficacia de las medidas de recorte presupuestario: “Incluso después de cortar lo que resulta fácil, aún nos encontramos con cuatro o cinco puntos de déficit que son difíciles de cortar”, advirtió.

Por ello, urgió a implementar una consolidación fiscal, la reforma del sistema financiero y la del mercado laboral. “Si no, nos va a pasar lo que a Italia y Portugal, que llevan diez años sin crecer”, alertó. Respecto a la consolidción fiscal, debería centrarse n la reducción del gasto y no en el incremento de impuestos, ya que “existe la evidencia de que eso funciona”, como en el caso de Suecia, que en 1993 recortó así nueve puntos de deuda. En cuanto al mercado laboral, Fernández-Villaverde lo calificó de “dinosaurio paleolítico” y tampoco “funciona”, como lo demostraría el hecho de que “en 2008 y 2009 se han seguido firmando incrementos del salario por encima del IPC”.

Por último, el economista criticó el incremento de 150.000 empleados públicos "cuando la economía privada estaba destruyendo un 10% de empleo”, debido sobre todo a la “absoluta falta de control" de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, responsables de 110.000 contrataciones. Como consecuencia, la remuneración de funcionarios ha aumentado en dos puntos del PIB: “Entre el 95 y el 2007 la media de gasto en funcionarios fue del diez por ciento y ahora nos hemos ido al 12 por ciento”, explicó.