Los menores, de entre 2 y 17 años y que regresaron ayer a casa, formaban parte de un grupo de 68 personas no acompañadas, cuyos datos personas e identidad habían sido verificados y registrados por la Cruz Roja Francesa el pasado mes de mayo.

Heridos en el seísmo, equipos médicos extranjeros se ocuparon de ellos antes de ser trasladados a Guadalupe o Martinica para recibir asistencia sanitaria.

El resto de los menores del grupo permanecen aún en las Antillas francesas bien por motivos médicos o porque aún no se han encontrado a sus familiares.

La encargada en Haití el programa de restablecimiento del contacto entre familiares del CICR, Isabelle Jeanneret, señaló que la mayoría de los familiares tenían noticias de la evacuación de los niños, por lo que esta institución trabajó para restablecer el contacto entre los menores y sus parientes.

El CICR realizó la operación de regreso de los siete primeros menores en colaboración con los familiares y los centros hospitalarios que les habían acogido, así como con la ayuda de las autoridades francesas de la región, que, con la Cruz Roja Francesa, velarán por el seguimiento psicológico y médico de los niños y prestarán ayuda material a los más desfavorecidos.

Los niños cuyos familiares todavía no han sido encontrados son, en su mayoría, de corta edad, como una menor de tres años, de la que se desconoce tanto su nombre como el de sus padres.

El CICR ha trabajado durante esos seis meses por la búsqueda de los familiares de 142 niños no acompañados y ha seguido de cerca el curso de 121 solicitudes presentadas por los familiares de menores desaparecidos como consecuencia del terremoto.

Casi seis meses después del seísmo, los equipos de la Cruz Roja han contribuido a que 17 niños se hayan reunido con sus familias y 56 hayan podido restablecer el contacto con sus parientes.