En declaraciones a Servimedia, el experto puso en duda este buen augurio para la selección nacional de fútbol, pues la elección parece que “ha sido de forma aleatoria”.

Otra cosa es que un mejillón estuviese en mejores condiciones que el otro, pues “los pulpos sí son capaces de distinguir si un alimento está más o menos podrido”, bromeó.

Sin embargo, Guerra apuntó que “es interesante que se utilice un pulpo para discernir este tipo de cosas, pues aunque son primos de las vieiras, tienen un cerebro mucho más desarrollado, con una inteligencia similar a la de las ratas”.

”Tienen ojos y oídos desarrollados”, explicó Guerra, quien aseguró que además “son capaces de aprender por estímulos sensoriales de acierto/error y memorizar un camino en un laberinto”.

Según declaró, “los pulpos no ven colores, pero sí distinguen tonos y formas”, por lo que es posible que en otras ocasiones haya escogido la bandera española “porque ofrece un gran contraste”, aunque “como la de Holanda es también muy llamativa, creo que habrá sido por casualidad”, sentenció Guerra.

UN PULPO RELAJADO

Por otra parte, Guerra afirmó que “por lo que he podido ver en las imágenes, Paul está en muy buen estado y parece tranquilo”.

“Tiene muy buen color, lucía los tentáculos extendidos y parece muy bien cuidado”, prosiguió, aunque advirtió que “los pulpos sí se pueden estresar”.

Finalmente, el experto recordó que este no puede ser el mismo ejemplar que el utilizado en la Eurocopa, “pues los pulpos no suelen vivir más de dos años, y aquel tampoco era una cría”.