Lo hizo durante la inauguración de la Tribuna sobre Movilidad puesta en marcha por la asociación de defensa del automovilista Racc, en la que apostó también porque en un futuro las tarifas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) puedan variar en función de los niveles de contaminación que haya cada día o en unas horas concretas en cada zona de la ciudad.

No obstante, apuntó que esto, al igual que la posibilidad de que un vehículo híbrido se beneficie del SER gratis, como ya ocurre con los vehículos eléctricos, exige un desarrollo tecnológico que aún no existe.

Explicó que para que un vehículo híbrido no pague por aparcar en zona SER, la autoridad municipal tendría que contar con medios tecnológicos que ahora no hay para saber que esos vehículos no están usando el motor de combustión por el centro de la ciudad, que es el que contamina.

A juicio de Gallardón, en el futuro todas las decisiones, también las fiscales, refiriéndose al impuesto de circulación, deberían tomarse en función de la contaminación, de manera que se bonifique a los coches que menos contaminan; y, además, introducir elementos flexibles, como la propuesta del SER, de modificar las tarifas en función de la contaminación que hay en el momento y en las distintas zonas de la ciudad.

Pero, el regidor madrileño insistió en que "todo ello exige un desarrollo tecnológico que en estos momentos no está a disposición del Ayuntamiento". Indicó que el desarrollo tecnológico en el ámbito de la movilidad sostenible es fundamental y debe entenderse como una oportunidad de generación de riqueza que, además, contribuirá al cambio del modelo productivo basado únicamente en la construcción.

APARCAMIENTOS DISUASORIOS

Gallardón también habló sobre los aparcamientos disuasorios, una "asignatura pendiente" para mejorar la movilidad en la capital, pero dijo que sólo serían eficientes y animarían a no meter el coche en la ciudad si se sitúan en el entorno de la M-50 (fuera del municipio de Madrid), vigilados y a un precio atractivo.

A su juicio, a día de hoy no es todavía un producto atractivo para la empresa privada hacer este tipo de aparcamientos, por lo que tendrían que hacerse con presupuesto público. "Seguimos con esta idea (de los aparcamientos disuasorios) y en diálogo con la Comunidad de Madrid, que es quien tiene que liderar ese proyecto", dijo.

Gallardón defendió el modelo de movilidad sostenible hacia el que avanza la ciudad de Madrid, en el que cada vez en mayor medida se realizcen los desplazamientos en transporte público, en bici o andando; y volvió a destacar el papel fundamental que juega el vehículo eléctrico en ese modelo.

Insistió en que es necesario generar conciencia del beneficio de este tipo de vehículos y demandar a la industria que apueste por el coche eléctrico. Reconoció que las dos plazas de estacionamiento para vehículo electrico con cargador gratis que hay en la ciudad no se usan, pero "si yo como alcalde no pongo puntos de recarga eléctrica quién se va a animar a comprar un vehículo eléctrico", se preguntó.