Esta decisión se produce después de que el caso saliera a la luz la semana pasada y de que recibiera críticas de grupos de derechos humanos, motivo por el cual el castigo fue pospuesto hasta el final del ramadán. Sin embargo, Amnistía Internacional aseguró que varios informes sugieren que la sentencia fue revisada hacia un aplazamiento indefinido por el Tribunal Islámico de Apelación del Estado de Pahang.

El pasado miércoles, Amnistía Internacional reclamó la abolición de los azotes con vara en Malasia y ayer inició una "ciberacción" para pedir el fin de este castigo, por el que han pasado unos 35.000 malasios desde 2002, la mayoría de ellos inmigrantes irregulares.

El director del Programa de Asia y Oceanía de Amnistía Internacional, Sam Zarifi, señaló que "este caso pone de relieve la epidemia de azotes que hay en Malasia".

Kartika Sari Devvi Shukarno iba a ser enviada el pasado lunes a la cárcel de mujeres del estado de Pahang, donde iba a ser azotada en un plazo de siete días, pero la furgoneta que la trasladaba desde la casa de su padre a la prisión dio media vuelta porque las autoridades de Pahang suspendieron el castigo hasta el fin del ramadán.

Si se hubiera producido el castigo, esta modelo habría sido la primera mujer castigada de esta forma y por motivos religiosos en Malasia, un país donde el Gobierno reconoció el pasado mes de junio que 47.914 inmigrantes habían sido condenados desde 2002 a ser azotados.