Recuperados los restos del que fuera alcalde de Castrillo de la Reina (Burgos) en una fosa común en Mambrillas

- Fue fusilado en 1936 junto con otos cinco vecinos de la localidad

BURGOS
SERVIMEDIA

Los restos del que fuera alcalde de la localidad burgalesa de Castrillo de la Reina en 1936, Julián Santamaría Cartero, fueron recuperados ayer en una fosa común situada en el término municipal de Mambrillas de Lara (Burgos), 74 años después de que fuese fusilado y enterrado junto a otros cinco vecinos, también fusilados, cuyos cuerpos serán rescatados en los próximos días.

La localización de la fosa y de los cuerpos ha permitido devolver el consuelo a medio centenar de familiares que desde hace unos días contemplan los trabajos que realizan los arqueólogos y una máquina retroexcavadora, que tratan de devolver a los suyos los restos de un alcalde, un maestro cantero, un concejal y un músico, entre otros, que murieron durante la Guerra Civil.

Arturo Rubio Salas, de 23 años, era maestro cantero; Ponciano Salas Esteban, de 36 años, era viudo y tenía cinco hijos; Julián Santamaría Cartero tenía 41 años, estaba soltero y era el alcalde de Castrillo de la Reina; Nicolás Rubio Salas tenía 28 años, estaba casado y tenía un hijo pequeño; Saturio Gómez Ibáñez, tenía 28 años y estaba soltero, y Lázaro Esteban García tenía 47 años y era músico.

La localización de sus cuerpos ha sido posible gracias a los trabajos que durante décadas vienen desarrollando sus familiares, ayudados por la Coordinadora Provincial de Burgos de la Recuperación de la Memoria Histórica y la ayuda económica del Gobierno central, que financia las tareas.

“Es un día inmensamente feliz”, declaró a Ical José Luis Rubio, con lágrimas en los ojos y un mono azul de trabajo, quien añadió que “los sentimientos vividos cuando han aparecido las fosas no se pueden definir”.

José Luis Rubio es sobrino de Nicolás Rubio, hermano de su madre, quien no podrá conocer la noticia que tantos años ha estado esperando, porque la razón ya no se lo permite. Por eso, reconoció que la emoción de la jornada ha sido doble: “He llorado por los dos”.

LARGA BÚSQUEDA

Las familias que ayer se agolparon alrededor de la fosa común han esperado muchos años para poder localizar el lugar exacto en el que fueron asesinados sus familiares. Los primeros intentos comenzaron en la década de los 80, cuando los descendientes se pusieron en contacto con testigos directos de los hechos, que durante la Guerra Civil tenían siete y ocho años, pero en aquel momento no fue posible.

Tampoco lo fue en el año 2008, cuando, apoyados por la coordinadora, comenzaron a excavar a tan sólo unos metros de donde han aparecido los primeros restos. “Hubo gente que pensó en tirar la toalla, pero la suerte nos ha acompañado, han aparecido, están aquí”, declaró Rubio, sensiblemente emocionado.

Aunque los seis cuerpos han reposado durante siete décadas en el mismo espacio, su muerte fue distinta. Si bien los cinco vecinos cuyos cuerpos aún no han sido rescatados fueron fusilados cuando se dirigían a la cárcel de Burgos, el alcalde de entonces, Julián Santamaría, escapó, aunque “le dieron sentencia unos días después cuando le descubrieron en el pueblo. Por eso hay dos fosas diferenciadas”, apuntó Rubio.

Al parecer, según relatan sus familiares, los cinco vecinos de Castrillo de la Reina iban hacia Burgos, probablemente de la cárcel de Salas de los Infantes, cuando dos presos se escaparon de otro furgón que les precedía en la carretera, por lo que encontraron la muerte “antes de lo esperado”.

IDENTIFICADO POR LA DENTADURA

La identificación del alcalde de Castrillo de la Reina se produjo al instante, debido a que los familiares habían declarado que, en el momento de su muerte, tenía varias piezas de oro en su dentadura. La dentadura del edil fue recuperada de la tierra en perfecto estado, a pesar del tiempo transcurrido. “Era un hombre que había estado viviendo en Estados Unidos, muy culto, que hizo muchas cosas por la localidad”, dijo un vecino.

Rubio explicó que en el momento de la localización del cadáver comprobaron que “quienes lo enterraron no lo tiraron como si fuese un saco de patatas, porque estaba con los brazos y las piernas juntas”.

Un grupo de estudiantes de la Universidad de Burgos, dirigido por el profesor de Antropología Ignacio Fernández Mata, trabaja en las labores de localización y exhumación de los cuerpos, que se prolongará hasta el final de semana.

(SERVIMEDIA)
04 Ago 2010
r/caa