En concreto, la ONG ha señalado que se ha llegado a eliminar grupos familiares completos de calderones, una especie de delfines, a los que las embarcaciones se han dedicado a arrinconar en la playa para después quitarles la vida con un cuchillo.

Asimismo, ha insistido en que cada año se cazan, de media, un millar de estos animales, aunque entre junio y julio ya han sido asesinados más de 600 ejemplares, en las ciudades de Sandageroi, Klaksvik, Húsavik y Vestmanna.

La organización ha afirmado que las autoridades de las Islas Feroe no sólo contravienen la normativa internacional, sino que su actividad "no está controlada por ningún organismo internacional".

Además, Ecologistas en Acción ha considerado que se está perjudicando la salud de los ciudadanos puesto que la carne de esta especie de delfines goza de alta toxicidad y grasa.

Por ello, ha pedido al Gobierno de las Islas Feroe, al Gobierno de Dinamarca y a la Comisión Europea que se acabe con estas matanzas y se inicie una nueva política ambiental, de salud y económica.