Movilidad sostenible

El 92% de los fondos europeos para zonas de bajas emisiones en España fomentan la movilidad sostenible

- Según Greenpeace

MADRID
SERVIMEDIA

El 92% de las inversiones realizadas en municipios españoles a partir de ayudas europeas para implantar zonas de bajas emisiones se destinan a proyectos ‘verdes’ que contribuyen positivamente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que apenas un 3% son contraproducentes o negativas en términos sociales y ambientales.

Esos datos proceden del observatorio ‘La Lupa Verde’, de Greenpeace, que desde 2021 analiza las inversiones del Plan España Puede, elaborado por el Gobierno en el marco de la salida a la crisis de la pandemia del coronavirus y vinculado con fondos de ayuda de la Comisión Europea. La organización ecologista ha examinado casi un centenar de proyectos de una veintena de ciudades y sus resultados se dieron a conocer este jueves, coincidiendo con el Día sin Coches.

Las líneas de ayuda para las zonas de bajas emisiones se dirigen a municipios de más de 50.000 habitantes y capitales de provincia. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética obliga a las localidades de más de 50.000 residentes y los territorios insulares a poner en marcha esas áreas (lo que implica medidas restrictivas para vehículos contaminantes, entre otras) “antes de 2023”.

El objetivo es acelerar la mejora de la calidad del aire y contribuir a la descarbonización del transporte urbano, con un mayor fomento del transporte colectivo y la movilidad activa (bicicleta o a pie) y la reducción el uso del coche en el centro de las ciudades.

El transporte público es el que más se beneficia de las ayudas europeas analizadas por Greenpeace, pues un 75% de los fondos se dedican a este sector, sobre todo a la compra de autobuses eléctricos y bases de recarga. Greenpeace apuntó que esa inversión debe ir acompañada de “un cambio real en el modelo de transporte”.

“Tras años enriqueciendo a los fabricantes de coches con dinero público y ‘planes renove’, por fin los gobiernos entienden que la transición verde pasa por invertir en más y mejor transporte público. Esperamos que estos fondos tengan como resultado un cambio en el modelo de ciudad para hacerlo no solo más limpio, sino también más equitativo y cercano”, señaló Adrián Fernández, responsable de la campaña de movilidad de Greenpeace.

Fernández apostilló que el Día sin Coches, que cierra este jueves la Semana Europea de la Movilidad, supone que “las ciudades más habitables son aquellas que tienen menos tráfico y, por tanto, menos ruido y contaminación, y más facilidades para moverse andando, en bici o en transporte público”.

MENOS COCHES Y MÁS LIMPIOS

Pese al buen resultado del estudio, Greenpeace subraya que unas pocas ciudades han incluido proyectos poco sostenibles en la convocatoria, entre ellas Pamplona, Tarragona, Almería y Alcorcón (Madrid), por haber proyectado aparcamientos considerados ‘disuasorios’ a pesar de estar ubicados cerca del centro de la ciudad, lo que acaba atrayendo más tráfico rodado.

Greenpeace destacó que estas ayudas europeas deben contribuir al objetivo establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) de reducir un 35% el tráfico privado para ayudar a mitigar las emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero, reducir los niveles de ruido, mejorar la calidad de vida de las ciudades y facilitar el desarrollo de la movilidad activa en los entornos urbanos.

“Todavía algunos ayuntamientos confunden la movilidad sostenible con promover el coche eléctrico o poner patinetes en las calles. Los objetivos climáticos son claros: necesitamos coches más limpios y eléctricos, pero, sobre todo, necesitamos menos coches. Hay muchas familias que vivirían mejor si no tuvieran que dedicar gran parte de su sueldo para llenar el depósito con combustibles fósiles”, recalcó Fernández.

(SERVIMEDIA)
22 Sep 2022
MGR/mjg