El primer teniente de alcalde del municipio, Jesús Atienza, explicó en una entrevista en TVE recogida por Servimedia que de esas 950 personas desalojadas, unas 750 esperaban poder pasar la noche en un espacio habilitado por el consistorio que se estaba preparando para poder proporcionarles cena y alojamiento. El resto han podido desplazarse con familiares o amigos.

Se trata, en su mayoría, de usuarios del camping y vecinos en riesgo de exclusión que viven en un poblado cercano a la ribera del río.

A diferencia del desbordamiento del río Vélez hace décadas, esta vez el agua rebosó por sus dos riberas, explicó, aunque la mota que se plantó a modo de "dique de contención" ha permitido que, a pesar de la altura alcanzada por el caudal, "no suceda otra desgracia".

Explicó que los operarios están trabajando "a destajo" con seis tractores para aliviar los desagües que no hacen su función debido al bajo nivel de estos terrenos y a que el mar está "metiendo agua" en tierra.